26 de marzo - 2025

Una acción bien intencionada, pero con riesgos ocultos
Por Stephany Rodríguez
Con el aumento de temperaturas en Tlaxcala, muchas personas buscan maneras de ayudar a los perros callejeros, dejándoles recipientes con agua en la calle. Sin embargo, pocos saben que si esta acción no se realiza correctamente, puede representar un riesgo para la salud de los animales e incluso de las personas.
¿Qué opinan los tlaxcaltecas?
En un recorrido por diferentes zonas de Tlaxcala, se entrevistó a ciudadanos que han adoptado esta práctica, pero desconocían los riesgos del agua estancada.
María Teresa, comerciante, comentó: “Siempre les dejo agua afuera de mi local porque me da tristeza verlos con calor, pero no sabía que se podía contaminar tan rápido. Ahora que lo sé, estaré más atenta y cambiaré el agua más seguido”.
Por su parte, Ernesto Sánchez, habitante de Contla, mencionó que en su colonia varios vecinos dejan agua a los perros, pero pocos se preocupan por limpiarla. “A veces paso y veo que el agua ya está sucia o con insectos. No sabía que podía enfermar a los perros, pensaba que solo era cuestión de que estuviera disponible”, expresó.
Lo que dice el experto sobre el agua estancada
El veterinario tlaxcalteca Alejandro Ramírez explicó que el problema del agua estancada radica en que se convierte en un medio de cultivo para bacterias y parásitos peligrosos.
“Uno de los microorganismos más comunes en agua sucia es la Giardia, un parásito que puede provocar diarrea y vómito en los perros. También está la leptospirosis, una bacteria que puede transmitirse a los humanos y causar problemas renales graves”, detalló el especialista.
Ramírez recomendó que, si las personas desean ayudar a los perros callejeros con agua, deben seguir medidas de higiene adecuadas: “Lo ideal es usar recipientes de barro, que mantienen el agua fresca, y cambiar el agua al menos dos veces al día. Además, deben colocarse en lugares seguros, alejados de la basura y de fuentes de contaminación”.
Conciencia y responsabilidad
A pesar de la falta de conocimiento sobre este tema, los ciudadanos entrevistados coincidieron en que, ahora que saben los riesgos, buscarán mejorar la forma en que ayudan a los perros en situación de calle. “No se trata de dejar de darles agua, sino de hacerlo bien para que realmente les ayude y no les haga daño”, concluyó María Teresa López.