21 de marzo - 2025

Al menos cinco delincuentes los sorprendieron y despojaron de armas a los custodios en Xitotohtla.
Por Stephany Rodríguez
El Barrio de Xitotohtla, escenario de un trágico linchamiento en abril de 2024, vuelve a ser foco de violencia.
Este 21 de marzo, en el mismo lugar donde un policía estatal fue asesinado por un grupo de vecinos que intentaban linchar a tres presuntos delincuentes y otro uniformado perdió la vida días después como consecuencia de la severa golpiza, un grupo de maleantes despojó de sus armas de cargo a los encargados de la custodia del predio.
El hecho ocurrió alrededor de las 14:40 horas, cuando los oficiales Rodolfo A. y Gabriel C. patrullaban a bordo de la unidad CRP TL212A-1.
Los agresores sorprendieron a los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y, tras amenazarlos, les arrebataron sus armas de cargo: pistolas Prieto Beretta calibre 9mm, una con matrícula 2862882Z. Además, se llevaron un radio de comunicación Matra, credenciales oficiales y teléfonos celulares, dejando a los policías sin medios para pedir ayuda inmediata.
Tras el robo, los agresores huyeron sin dejar rastro.
Este predio, donde ocurrió el linchamiento el 8 de abril de 2024, había sido colocado bajo vigilancia constante debido a la gravedad del evento y en lo que se desahogan las investigaciones y diligencias ministeriales. En esa ocasión, los habitantes de Zacatelco capturaron a tres presuntos asaltantes, quienes supuestamente minutos antes habían asesinado a un taxista. Al intentar evitar el linchamiento, el policía Rubén Bernabé Rocha fue golpeado hasta la muerte por los vecinos, mientras que otro agente falleció días después a causa de las heridas sufridas. El incidente provocó que las autoridades establecieran un operativo de custodia permanente en el lugar para evitar nuevos disturbios.
Según el reporte, los oficiales no pudieron identificar características claras de los responsables ni la dirección en la que huyeron, lo que ha complicado las labores de búsqueda. Tras el incidente, se dio aviso al número de emergencias, desencadenando una rápida respuesta de las autoridades en la zona.
Elementos de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, la Secretaría de Marina y el Grupo de Operaciones Especiales (GOPEs) de la Policía Estatal acudieron al lugar y desplegaron un operativo. Sin embargo, hasta el momento no se ha logrado localizar a los agresores, quienes escaparon sin dejar rastro.
El área fue acordonada por las fuerzas de seguridad, y la Fiscalía General de la República (FGR) tomó el caso para realizar las investigaciones correspondientes. Este robo de armamento oficial ha puesto en alerta a las autoridades, que buscan evitar que las armas sustraídas sean usadas en otros delitos.
Este incidente ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los agentes de seguridad, quienes, en medio de la constante violencia, siguen siendo blanco de ataques.