9 de marzo - 2025

Entre gritos de justicia y polémicas por las pintas, la lucha feminista no se detiene
Por Stephany Rodríguez
En el marco del Día Internacional de la Mujer, cientos de mujeres tomaron las calles de la capital tlaxcalteca para exigir justicia y visibilizar la violencia de género que persiste en el estado. La movilización, encabezada por familiares de víctimas de feminicidio y desaparición, comenzó en el ex Asta Bandera, ubicado en el bulevar Guillermo Valle, y culminó en la Plaza de la Constitución, donde se llevaron a cabo denuncias públicas contra instituciones y agresores.

Entre las principales demandas de las manifestantes, se destacó la denuncia de casos de acoso y abuso por parte de docentes y trabajadores de instituciones educativas. A través de pancartas y discursos, las participantes exigieron que estos crímenes no quedaran impunes, instando a las autoridades a actuar con verdadera perspectiva de género.
La jornada estuvo marcada por varios actos de iconoclasia, que incluyeron pintas en edificios gubernamentales como el Congreso del Estado, el Palacio de Justicia y la Secretaría de Gobierno. También se realizaron intervenciones en la parroquia de San José, lo que provocó un fuerte debate en redes sociales. La reacción de la Iglesia Católica no se hizo esperar, condenando los actos: “Lamentamos profundamente lo que han hecho en la Casa de Dios. Dios nos perdone”, lo que generó opiniones divididas entre quienes criticaron la acción y quienes defendieron la protesta como una expresión de hartazgo ante la violencia sistemática contra las mujeres.

En el centro de Tlaxcala, varios negocios optaron por cerrar sus puertas durante la marcha, una medida común ante la posibilidad de disturbios. No obstante, algunos comerciantes expresaron su respeto por la causa y el derecho a la libre manifestación.
Durante el recorrido, los mensajes en las pancartas fueron claros y contundentes, como el de “Estas cámaras deberían estar en Tenancingo”, en referencia a la alarmante crisis de trata de personas que sigue afectando a la entidad.

El 8M en Tlaxcala dejó un panorama de exigencias, confrontaciones y reflexiones. Mientras algunos sectores se enfocaron en los daños materiales, las manifestantes insistieron en que lo verdaderamente alarmante es la violencia que continúa cobrando vidas y limitando derechos de las mujeres en la entidad.

