7 de marzo - 2025

Por Cielo Delgado
El cine mexicano ha sido un espejo que refleja la realidad social del país, y en el contexto del 8M, se vuelve una herramienta poderosa para entender las luchas feministas. Aunque a muchos les resulte complicado comprender la profundidad de estas demandas, es esencial recordar que no se trata solo del derecho al voto como lo fue en algún punto de la historia, sino de problemas que persisten como los feminicidios, la violencia económica, el acoso laboral y las fallas en las autoridades que no escuchan nuestras voces.
Para explorar estas realidades, recomiendo tres películas dirigidas por mujeres, cineastas que, a través de su mirada, logran plasmar historias sin la visión masculina que muchas veces domina el relato cinematográfico.
La primera es Ruido de Natalia Beristáin, que sigue a Julia en la búsqueda de su hija desaparecida, encontrando en el feminismo un apoyo inesperado, película de donde viene ese famoso audio que se ha usado en infinidad de videos, ¿qué? ¿apoco tú también eres de las que defienden monumentos?, un dialogo que se ha convertido en un estandarte de la marcha feminista en redes sociales. Después está La civil de Teodora Ana Mihai, una directora belga que, pese a no ser mexicana, logra retratar de manera fiel la lucha de una madre en un país donde la justicia parece inalcanzable. Finalmente, Noche de fuego de Tatiana Huezo, una directora mexicana-salvadoreña, nos muestra la vulnerabilidad de las mujeres en un contexto de violencia normalizada desde la infancia.
Es necesario que, como mujeres, consumamos el trabajo de otras. Aunque suene absurdo, esto nos da una perspectiva diferente de nuestras vidas, porque hemos crecido acostumbradas a regir nuestro día a día a través de los hombres, de lo que nos enseñaron. Ver historias contadas por mujeres nos permite mirarnos con otros ojos y entender que nuestras experiencias también merecen ser narradas y reconocidas.
Estas películas son crudas y no me dan esperanza en las autoridades, pero sí en las mujeres que, unidas, se apoyan y se defienden. Porque si algo me queda claro es que, aunque no confíe en la autoridad, creo firmemente en la fuerza y sororidad de nosotras.
@cielosaad
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