Integrantes de la CNTE y el SNTE exigen respeto a sus derechos laborales y claridad en los alcances de la propuesta

Por Stephany Rodríguez 

Más de 350 docentes pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y a las secciones 31 y 55 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) protagonizaron una movilización en la capital del estado de Tlaxcala, con el objetivo de expresar su rechazo a la reforma de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), presentada en el presente año.

La marcha, que recorrió diversas vialidades de la capital, incluyó paradas estratégicas frente al Congreso del Estado y el Palacio de Gobierno, donde el magisterio solicitó ser atendido por autoridades locales a fin de externar sus preocupaciones y plantear sus exigencias. Con consignas como “El maestro marchando, también está enseñando”, los docentes subrayaron la importancia de su lucha por la defensa de sus derechos laborales y de seguridad social.

El principal motivo de inconformidad de los trabajadores de la educación radica en la incertidumbre generada por la reforma propuesta por el gobierno federal, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. A pesar de que las autoridades han asegurado que la reforma busca mayor equidad en las aportaciones entre trabajadores de altos ingresos y el resto de los empleados del Estado, los docentes señalaron que no existen garantías claras de que sus pensiones, prestaciones y acceso a servicios médicos no se verán afectados.

Los manifestantes exigieron que cualquier modificación a la Ley del ISSSTE sea producto de un proceso de consulta amplia y efectiva con la base trabajadora, pues consideran que la toma de decisiones unilaterales vulnera los derechos laborales adquiridos a lo largo de años de servicio.

Durante la protesta, el magisterio también expresó su inconformidad con el actual secretario general de la Sección 31 del SNTE, Cutberto Chávez de la Rosa, a quien acusaron de actuar con opacidad y de no representar adecuadamente los intereses de los docentes. En ese sentido, demandaron mayor transparencia en el manejo de los recursos destinados a la seguridad social del sector educativo y una postura firme por parte del sindicato en defensa de los derechos laborales de sus agremiados.

Ante la falta de claridad en torno a las implicaciones reales de la reforma y el temor de que sus condiciones laborales puedan deteriorarse, los docentes advirtieron que continuarán organizándose y llevando a cabo movilizaciones pacíficas hasta obtener respuestas concretas y compromisos formales que garanticen la protección de sus derechos laborales y de seguridad social.