El gobierno destina 56.2 mdp a camionetas blindadas mientras la educación sigue rezagada

Por Stephany Rodríguez

Mientras miles de estudiantes en Tlaxcala carecen de infraestructura adecuada, el gobierno de Lorena Cuéllar decidió gastar 56.2 millones de pesos en la compra de 10 camionetas blindadas para funcionarios. La justificación: supuestas necesidades de seguridad. Sin embargo, este gasto millonario contrasta con las carencias que enfrentan muchas escuelas del estado, donde hay aulas en mal estado, falta de equipo y docentes sin recursos suficientes para enseñar.

El equipo de Gentetlx planteó el tema a la inteligencia artificial de Meta, preguntándole en qué se podrían invertir esos 56.2 millones de pesos en beneficio de la población. La IA ofreció una respuesta clara: construir cinco escuelas para 2,500 estudiantes en comunidades con mayor rezago educativo.

¿Camionetas blindadas o educación para miles de niños?

La propuesta de la IA detalla que, con el presupuesto destinado a las camionetas, se podrían financiar:
• Cinco escuelas nuevas, con un costo de 8 millones de pesos cada una.
• Equipamiento y mobiliario por 6 millones de pesos.
• Material educativo por 2 millones de pesos.
• Capacitación para docentes con 1.5 millones de pesos.
• Gastos administrativos por 1.5 millones de pesos.

Cada escuela tendría capacidad para 500 alumnos, con aulas equipadas, biblioteca, laboratorio de cómputo, baños y áreas de recreación. En menos de dos años, el proyecto podría estar funcionando y transformando la educación de miles de niños y jóvenes.

Prioridades equivocadas

La decisión del gobierno estatal no solo evidencia una desconexión con las necesidades reales de la población, sino que también plantea un cuestionamiento más profundo: ¿a quién protege realmente este gasto? Mientras los funcionarios se blindan, estudiantes y docentes enfrentan precariedad, falta de inversión y oportunidades limitadas.

En un estado con graves problemas de pobreza y rezago educativo, destinar millones a vehículos de lujo para políticos es una decisión que no solo genera indignación, sino que deja en evidencia el desinterés por atender las verdaderas urgencias de la población.

El debate está sobre la mesa: ¿quién necesita más protección en Tlaxcala, los funcionarios o el futuro de sus estudiantes?