Reciclaje informal en Tlaxcala: el sustento que surge de la basura
3 de febrero - 2025

Entre la precariedad y la necesidad, recolectores sobreviven del desperdicio urbano

Por Stephany Rodríguez

El reciclaje informal en Tlaxcala se ha convertido en un medio de subsistencia para decenas de personas que, ante la falta de oportunidades laborales, encuentran en los desechos urbanos una fuente de ingresos. Sin embargo, esta actividad se desarrolla en condiciones de vulnerabilidad, sin reconocimiento oficial ni acceso a derechos laborales.

José y María, dos recolectores informales que recorren las calles de la capital tlaxcalteca, comparten su experiencia en esta labor que, aunque esencial para la reducción de residuos, es invisibilizada por la sociedad y las autoridades.

“Si no trabajamos, no comemos”

José, de 52 años, comienza su jornada a las cinco de la mañana. Armado con un costal y un carrito improvisado, recorre calles y mercados en busca de fierro, latas, botellas de plástico y cartón. Su ingreso diario oscila entre 50 y 150 pesos, dependiendo de lo que logre recolectar y vender en centros de acopio.

“Esto lo hago desde hace más de diez años. No hay trabajo para alguien de mi edad y con mi educación. Lo que otros desechan, para mí es dinero para comer”, relata.

María, por su parte, es madre soltera y encuentra en el reciclaje informal una forma de sostener a sus dos hijos. “A veces me da miedo andar en la calle, pero no tengo opción. En la basura encuentro lo que necesito para ganar un poco y darles de comer”, comenta mientras revisa bolsas en una esquina de un puente peatonal.

Un trabajo sin reconocimiento

A pesar de la importancia de su labor en el manejo de residuos, los recicladores informales enfrentan condiciones adversas: no tienen acceso a seguridad social, sufren discriminación y trabajan en entornos insalubres. Su actividad, aunque necesaria, sigue al margen de cualquier regulación o apoyo gubernamental.

Según datos de organizaciones ambientales, el reciclaje informal contribuye significativamente a la reducción de residuos en vertederos y a la reutilización de materiales, pero sin una política pública que reconozca y proteja a estos trabajadores, su situación seguirá siendo precaria.

Mientras tanto, José y María seguirán recorriendo las calles de Tlaxcala, transformando la basura en sustento, a la espera de que su esfuerzo reciba el valor que merece.