Autoriza gobierno de Cuéllar mantener la chatarrización del transporte público en Tlaxcala
14 de enero - 2025

Hace dos años prometieron que con el aumento de tarifas se renovaría el parque vehicular, el lunes autorizaron ampliar la vida útil de las unidades a 15 años

Por Stephany Rodríguez

El gobierno del estado de Tlaxcala, a través de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT), anunció que las unidades de transporte público colectivo y taxis podrán operar con modelos de hasta 15 años de antigüedad, es decir, con unidades que daten de hasta el año 2010, contrario a los 10 años que anteriormente se había establecido como una medida para evitar la chatarrización.

La decisión ha dividido opiniones entre usuarios, transportistas y especialistas, quienes cuestionan la calidad y seguridad del servicio, ya que hace dos años el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros autorizó quitar el candado de las tarifas y les concedió la petición a organizaciones de transportistas afines a la 4T un incremento al pasaje bajo la promesa de modernizar el parque vehicular.

De acuerdo con la Ley de Ingresos del Estado de Tlaxcala para el Ejercicio Fiscal 2025, las unidades podrán seguir circulando si aprueban las revisiones físico-mecánicas necesarias. Pese a ello, los usuarios manifiestan preocupaciones sobre el deterioro evidente de muchas unidades, poniendo en duda la rigurosidad de dichas inspecciones.

Promesas incumplidas y servicios cuestionables

En 2023, el aumento a la tarifa del transporte público en Tlaxcala fue justificado con la promesa de renovar la flota vehicular y mejorar el servicio. No obstante, dos años después, los avances son prácticamente inexistentes, lo que ha generado descontento entre los usuarios.

En entrevista para Gentlx, Karina Pérez, residente de Apizaco, expresó su molestia: “Es increíble que nos sigan cobrando más cuando las combis están en tan malas condiciones. Muchas apenas funcionan y ahora tendremos que viajar en unidades de 15 años de antigüedad. Esto no es justo para los usuarios”.

Por su parte, los concesionarios defienden la medida argumentando que los costos de refacciones y mantenimiento han aumentado considerablemente, lo que dificulta la renovación de las unidades. Martín López, conductor de una combi colectiva, señaló: “La situación es complicada. Esta extensión nos da un respiro para seguir trabajando sin endeudarnos más”.

Riesgos y preocupaciones de los usuarios

La ampliación de la vida útil de las unidades ha generado preocupación entre los pasajeros, quienes denuncian fallas mecánicas, asientos en mal estado y unidades que carecen de aire acondicionado.

En entrevista, Juan Yahiro Méndez, estudiante universitario, señaló: “Viajamos inseguros. Las combis están viejas y mal cuidadas. Además, la revisión vehicular no siempre es rigurosa; al final, los dejan circular aunque estén en malas condiciones”.

No obstante, algunos operadores aseguran que un mantenimiento adecuado puede garantizar la funcionalidad de las unidades, independientemente de su antigüedad. Alejandro Rivera, conductor de transporte público, comentó: “No todo es malo. Hay combis viejas en mejor estado que algunas nuevas. El problema es que muchos concesionarios no quieren gastar en mantenimiento”.

Una medida polémica y sus implicaciones

Para algunos ciudadanos, esta decisión refleja un estancamiento en el sistema de transporte público. Tomas, habitante de Panotla, opinó: “Nos piden que entendamos la situación económica de los concesionarios, pero ¿quién entiende a los usuarios? Pagamos más por un servicio que no mejora”.

Conductores con años de experiencia también advierten sobre las consecuencias de posponer la modernización del parque vehicular. “Un transporte público eficiente y moderno es esencial para la calidad de vida y el desarrollo del estado. Estas decisiones perpetúan un sistema deficiente que afecta a todos”.

La opinión ciudadana: un llamado al equilibrio

Otro ciudadano, quien prefirió mantenerse en el anonimato, expresó durante la entrevista: “No importa tanto el modelo de la unidad. Lo importante es que estas estén en buenas condiciones físico-mecánicas. Además, debería haber más capacitación para los choferes, porque muchas veces los accidentes ocurren por la falta de pericia, no por las condiciones del vehículo”.

Aunque la medida busca beneficiar a los concesionarios, también plantea interrogantes sobre el impacto en la seguridad y calidad del servicio. Con la llegada de 2025, Tlaxcala enfrentará el reto de equilibrar los intereses económicos de los transportistas con la necesidad de ofrecer un transporte público digno, seguro y eficiente para todos.