PISANDO TALONES 
25 de diciembre - 2024

Por Edgardo Cabrera

Las fuerzas federales que encabeza Harfuch ya exhibieron las mentiras del gobierno de Triste Historia cuando irrumpieron a los municipios de Apizaco y Apetatitlán para asegurar a dos cabecillas de una organización criminal con presencia nacional, no hubo oficios de colaboración, menos llamadas de cortesía, luego se trataron de colgar con un boletín de supuestamente haber participado, pero jamás fue mencionada alguna aportación de corporaciones estatales, menos de fiscalía.

En esa detención incautaron un arsenal de armas largas, chalecos antibalas y equipo táctico, algo que no tiene un raterillo o una pandilla de imitadores que no alcanzan a armarse como para la guerra, o en esta caso, la disputa de territorio.

Ya se les olvidó, pero a escasos diez días de dejar el poder López Obrador la Fiscalía General de la República propinó otro golpe, también en Apizaco, tras detener a quien identificaron con su mote de “el paletas”, pareja sentimental de la diputada morenista y Nueva Alianza Lorena Ruiz y de quien ya no se supo nada, se ignora el desarrollo del proceso judicial en su contra solamente lo que en su momento se informó de manera oficial de las órdenes de aprehensión en su contra por delincuencia organizada.

En ambos casos quedó constancia de la presencia de lo que tanto niegan, la operación de organizaciones criminales, y lo hemos dicho derivado de los mapeos gubernamentales respecto a su presencia en el país, Tlaxcala no está exenta y aparece, pero incluso la gobernadora Cuéllar lo ha negado acusando falsa información, sin embargo el gobierno federal nunca se ha retractado o desmentido informes como aquellos provenientes de los documentos hakeados a la Defensa Nacional por el grupo Guacamaya

Para rematar, hace unas cuantas semanas la alcaldesa de San Pablo del Monte vociferó en una acalorada reunión con el grupo político que la llevó al puesto, así como a funcionarios municipales, que en su ayuntamiento hay personas infiltradas por la delincuencia encargados de proteger los intereses de los malandros, eso, junto con lo de El Paletas, destaparon la cloaca de los nexos políticos con los delincuentes.

Todo lo anterior viene a cuento, porque en breve estallará un nuevo escándalo que involucra a la clase política gobernante de Tlaxcala encargada de proteger los negocios sucios, ya lo verá, y de nueva cuenta serán las fuerzas federales quienes intervengan.

EL CAPRICHO

Como si las cosas no estuvieran mal, Marrufo el Marino develó que existe un déficit de mil 100 policías en Tlaxcala, y es de tal magnitud la crisis, que de 500 aspirantes a ingresar a la corporación sólo 150 lograron integrarse al aprobar exámenes y evaluaciones.

Ya lo habíamos dicho también, los uniformados operativos no llegan ni a mil en total, es más, apenas superan los 750, y los números varían constantemente ante las renuncias, cansados de los abusos y excesos de sus mandos, así como la precariedad con la que laboran, no por nada los de Tlaxcala son los de menos percepciones económicas a nivel nacional.

Y para muestra del hartazgo, a través de un escrito hecho llegar a este medio se quejaron de los abusos de la secretaria particular de Marrufo, la misma que, sin ser policía fue favorecida con un auto nuevo tras la tramposa rifa de dos vehículos a uniformados en su día, resulta que la consentida también le pone el dedo a mujeres y hombres policías para que sean removidos o cambiados de sus puestos por celos o problemas personales, no cabe duda, el actual es el peor secretario que hemos tenido, y eso que han pasado siete, uno de ellos prófugo de la justicia, aunque este, el que actualmente cobra, tiene en su cuenta el linchamiento de dos de los suyos, crimen del cual fue liberado de toda culpa aunque los familiares lo acusaron de dejarlos a su suerte.