24 de diciembre - 2024
El equilibrio entre el trabajo remunerado y las responsabilidades.
Por Stephany Rodríguez
En México, especialmente para las mujeres. Tlaxcala se posiciona como un ejemplo destacado de las desigualdades que enfrentan las trabajadoras, reflejando tanto los avances como las áreas pendientes en la búsqueda de una equidad integral.
Desde la incorporación de
las mujeres al mercado laboral en la década de los 70, su participación ha crecido considerablemente. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 1970 solo el 17% de las mujeres en edad laboral formaban parte de actividades remuneradas, mientras que en 2023 este porcentaje ascendió al 45%. Sin embargo, este aumento no ha significado una redistribución equitativa de las tareas del hogar, que siguen recayendo mayoritariamente sobre las mujeres.
En Tlaxcala, esta dinámica es especialmente visible, pues, como en el resto del país, las trabajadoras no solo enfrentan largas jornadas laborales, sino que también dedican tiempo significativo a tareas domésticas no remuneradas.
Uno de los indicadores que refleja las desigualdades en el ámbito laboral es la brecha salarial. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Tlaxcala se encuentra entre los estados con mayor disparidad. Por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer en el estado recibe, en promedio, 77.63 pesos.
Esta cifra sitúa a Tlaxcala junto a Colima y Baja California Sur como una de las entidades con mayores desafíos en términos de equidad salarial. Entre los factores que contribuyen a esta brecha se encuentran la concentración de mujeres en sectores de menores ingresos, su limitada representación en puestos de liderazgo y la distribución desigual de las tareas domésticas, que limita su acceso a empleos mejor remunerados.
Aunque México ha implementado políticas como la ampliación del permiso de paternidad a 15 días, estas medidas aún resultan insuficientes. En Tlaxcala, la promoción de políticas de corresponsabilidad en las empresas y la generación de empleos formales para mujeres representan áreas clave para impulsar la equidad.
Tlaxcala, como parte de los estados con mayores desigualdades en temas laborales, tiene la posibilidad de destacar como un referente en la implementación de políticas y estrategias que promuevan la equidad de género.