15 de diciembre - 2024
La bebida invernal por excelencia mantiene viva la tradición, pero su costo depende del lugar y el comerciante.
Por Stephany Rodríguez
El ponche de frutas es sin duda la estrella de la temporada invernal en México, y en Tlaxcala esta bebida no solo calienta el cuerpo, sino que también reconforta el alma. Desde las posadas hasta las cenas navideñas, el ponche es un símbolo de tradición que reúne a familias y amigos alrededor de su inconfundible aroma.
En la entidad tlaxcalteca, preparar esta delicia representa un desafío económico, pues el costo de los ingredientes varía significativamente dependiendo del municipio, la calidad de los productos y el tipo de comercio. La flor de jamaica, por ejemplo, se vende desde 170 hasta 200 pesos el kilo en tiendas mayoristas, mientras que en mercados y tianguis locales se puede conseguir en cantidades menores, como 70 gramos por 30 pesos.
El tamarindo, otro ingrediente esencial, tiene precios que oscilan entre 109 y 125 pesos el kilo, mientras que la manzana, dependiendo de su frescura y procedencia, se puede encontrar desde 70 hasta 110 pesos el kilo. El tejocote, protagonista del ponche, se consigue en la región a precios que van de los 39.90 hasta los 62 pesos, y la infaltable caña de azúcar varía entre 35 y 50 pesos.
A pesar de estas diferencias, el ponche de frutas sigue siendo un símbolo de identidad y tradición para las familias tlaxcaltecas. Ya sea con recetas sencillas o preparaciones más elaboradas, esta bebida no solo endulza las fiestas, sino que también aporta beneficios a la salud gracias a sus vitaminas A, C y del complejo B, ideales para fortalecer el sistema inmunológico.
En Tlaxcala, donde la cercanía a los productores puede influir en el precio y la calidad de los ingredientes, preparar un ponche casero es también una forma de preservar las raíces culturales. El ritual de cocinarlo, desde seleccionar las frutas hasta servirlo en jarritos de barro, es un apapacho que nos recuerda la calidez del hogar.
Una tradición que vale la pena
El ponche de frutas no solo es una bebida, es una experiencia que en Tlaxcala cobra vida en cada hogar, tianguis y mercado. A pesar de las variaciones en los costos, esta tradición sigue siendo el alma de las reuniones decembrinas, demostrando que los sabores de siempre son un refugio inigualable en temporada de frío.