20 de noviembre - 2024
Por Camila Tornel
En Tlaxcala se configura un nuevo mapa político electoral de cara el 2027. Por un lado, se encuentra la gobernadora Lorena Cuéllar quien al parecer trae el apoyo de por lo menos cuatro exgobernadores: Beatriz Paredes Rangel, Alfonso Sánchez Anaya, Héctor Ortiz Ortiz y Marco Mena.
Por el otro, se ubica el bando de la senadora Ana Lilia Rivera, quien de momento solo puede presumir al exgobernador José Antonio Álvarez Lima, y aunque la calpulalpense ha vendido la idea de una cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum y el expresidente Andrés Manuel López Obrador, lo cierto es que su trabajo legislativo ha dejado mucho que desear.
Y por más que diga que es una de las fundadoras de Morena, las mieles del poder y del dinero la han transformado en todo eso que supuestamente decía combatir, pues ahora la imagen que proyecta es la de una política fifí, que se preocupa más por presumir su ropa cara y suntuosa y por tener un séquito que le carga la bolsa y le sostiene el paraguas.
Entre su círculo más cercano es común escuchar la versión de que la Cámara Alta y los cañonazos quincenales le han hecho perder el piso. La ropa cara y el trato prepotente la han alejado del pueblo que dice representar.
Ojalá y su activismo en redes sociales y su creatividad para orquestar campañas y guerra sucia, la animen para trabajar a favor de la gente, sobre todo de los grupos y sectores que han sido desatendidos por el actual gobierno estatal y federal.
Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Gentetlx