7 de noviembre - 2024
Por Mauricio Hernández Olaiz
¿Qué haría usted con más de 800 millones de pesos? Una pregunta absurda sin duda, una pregunta fuera de lugar por ser carente de toda realidad. Como vamos a saber qué hacer con una cantidad que jamás en nuestra vida tendremos, ni veremos pasar o disfrutar. Es tan solo un sueño guajiro.
Seguro muchos de ustedes queridos lectores y lectoras de inmediato pusieron a volar la imaginación, un ejercicio válido pero estéril, todo eso que se imaginó, probablemente nunca será realidad. No es que no crea en sus capacidades, talentos o ideas para hacer riqueza, solo que acumular 879 millones de pesos requieren algo más que trabajo duro y suerte. Se requiere de manos largas, afiladas y rapaces.
Cuando el promedio mensual de ingresos de la mayoría de los mexicanos es de $7.281 pesos, lo que equivale a $87 mil 372 pesos anuales, cada compatriota deberá trabajar más de 10 mil años para lograr conseguir la suma que hoy adeuda el gobierno de Lorena Cuéllar. No es cosa menor.
La Auditoría Superior de la Federación reveló a fondo los detalles incómodos sobre el uso indebido de los recursos públicos que ha llevado a cabo el gobierno de la triste durante un lapso relativamente corto de su mandato, algo que a muchos nos puso los pelos de punta, ¿pero a la triste?, ¡qué va!, la respuesta del gobierno suele ser la de siempre…que no hay respuesta, comentario, ni nada que se le parezca. La mandamás tan tranquila y fresca como la mañana, como si el asunto fuera de poca importancia.
Después de todo, ¿quién necesita rendir cuentas cuando el poder es tan grande que ni la corrupción parece ser un tema digno de discusión?
Lo peor de todo es que, como siempre, el enfoque de la administración es seguir adelante como si nada hubiera pasado, porque claro, ¿quién va a poner en peligro su imagen cuando la gente ya se ha acostumbrado a vivir con estos «deslices» multimillonarios? La ironía es que, mientras ellos se sacuden la responsabilidad con una sonrisa, siguen contando con la pasividad de los mismos ciudadanos que financiaron esos desfalcos… ¡No, pos ta chido!
Es increíble ver cómo estos funcionarios, que deben rendir cuentas a los ciudadanos, se manejan con tal naturalidad, como si fuera completamente normal que el erario público sea manejado como si fuera un fondo privado. Y lo mejor de todo: la complicidad, no solo de los actores políticos, sino de una parte importante de la ciudadanía que, o bien está tan desilusionada que ni se inmuta, o bien tan habituada a estos escándalos que ya los considera parte del paisaje político.
Total, la corrupción es casi un derecho adquirido por nacimiento. Nacimos en medio de la corrupción, no es tema que me quite el sueño, ni ese dinero salió de mi bolsa o de mi cuenta, pues yo ni pago impuestos. Así es la ignorancia de las masas.
Pagar salarios a personas muertas, pagos en excesos de obras, pagos para aviadores, además de haber beneficiado a sus compadres, amigos y parientes con plazas de directivos, aunado a las innumerables anomalías detectadas por la ASF en los programas sociales que manejan sus hijas, a tres años de gobierno se confirma que la honestidad en Tlaxcala es solo un lema propagandístico campañero.
Uno de los escenarios más perversos es cuando, de manera muy casual, se nos presenta la idea de que el «desfalco» no es tal, sino que en realidad es un simple «error administrativo». ¡Qué ocurrencias! ¿Quién no ha cometido un pequeño error administrativo por más de 800 millones de pesos? Un desliz aquí, una cifra incorrecta allá, y ¡listo! Un agujero en las arcas del estado. Pero no hay de que alarmarse, porque nada de esto afecta a los que están en la cúpula, ¿verdad?
La ironía, o quizás la comedia negra, radica en cómo los mismos funcionarios que perpetúan o permiten estos desfalcos, en lugar de rendir cuentas, salen a defender la eficiencia de sus programas y presupuestos con el mismo entusiasmo con que lo harían si fueran a recibir un premio por «la mejor actuación de gestión pública». Y todo esto ocurre mientras la sociedad sigue pagando los platos rotos, sin que nadie realmente ponga el dedo en la Llaga.
Pero la obra de terror tiene más actos, uno de ellos la detención de Hildeberto Pérez por un aparente desfalco superior a 10 millones de pesos. En su momento la jefa advirtió que nadie a quien se le compruebe un desfalco al erario quedará impune. ¿Qué pensará o dirá ahora? ¿Quién irá preso de su administración por los 879 millones? Pues Nadie, lo del Cachorro solo fue el cobro de una afrenta, solo eso.
A final de cuentas, la Auditoría Superior de la Federación, en lo futuro, volverá a sacar otro informe espectacularmente detallado, y ella se tomará una taza de café y soltará una sonrisa mientras lo ignora, porque al final, lo único que importa es la de cuidar la imagen, por lo demás, es solo dinero, que no es suyo, no es de nadie, pero alguien se lo quedó.
El informe de la ASF acaba siendo tan solo un compendio de muchos documentos que reflejan mucho pero que al final no sirven para nada. Y eso fue igual con el PRI, Con el PAN y ahora con Morena, al fin son solo cuentas y al fin de cuentas, pues son los mismos….
Me rasgo las vestiduras buscando transformar el poder judicial so pretexto de que sea el pueblo quien lo elija, pero a los desfalcos multimillonarios detectados en todo el país, en todo el gobierno, en todo morena, para eso ni legislamos, ni transformamos, ni le ponemos segundo o quinto piso, porque de eso mamamos todos.
¡Es solo dinero!
@olaizmau
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