7 de noviembre - 2024
Escuelas enfrentan el reto de erradicar el bullying y garantizar un entorno seguro.
Por Stephany Rodríguez
El acoso escolar en México ha escalado a niveles preocupantes, con un incremento en los casos reportados durante este año. En la Ciudad de México, se registraron mil 389 denuncias de bullying entre enero de 2019 y enero de 2024, de acuerdo con cifras oficiales. Este año, de enero a julio, los reportes aumentaron un 4% en comparación con el mismo periodo de 2023, destacando el nivel de secundaria como el más afectado, concentrando el 44.1% de los incidentes.
Los datos del Consejo Ciudadano indican que el 62% de las denuncias son realizadas por los padres de familia, el 25.2% por los mismos estudiantes y un 5.9% por docentes. En la mayoría de los casos (78.8%), el acoso ocurre entre estudiantes, aunque también hay incidentes que involucran a maestros y alumnos.
Tlaxcala, al igual que otros estados, no está exento de este problema. La Secretaría de Educación Pública del Estado reportó 406 casos de acoso escolar hasta mayo de este año. Para enfrentar esta situación, se han implementado estrategias en los Consejos Técnicos de las escuelas, con temas de violencia, acoso y equidad de género. Estas capacitaciones buscan desarrollar en los estudiantes habilidades socioemocionales que fomenten una cultura de paz.
A pesar de estas medidas, un reciente caso en el Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (COBAT) Plantel “El Sabinal” ha puesto en duda la efectividad de la supervisión escolar. El 23 de octubre, un video viral mostró a una alumna agrediendo físicamente a otra en el salón de clases. Padres de familia y usuarios en redes sociales señalaron la falta de vigilancia y acusaron la inasistencia de maestros, además de exigir la intervención del Director General del COBAT, José Alonzo Trujillo, para frenar estos incidentes.
La violencia y el acoso escolar son problemas que deben ser atendidos en todos los niveles de la sociedad. Para quienes sufren de acoso, es fundamental no quedarse en silencio; hablar con los padres, maestros o autoridades escolares es el primer paso para detener estos comportamientos y protegerse a sí mismos y a sus compañeros.