La primera piedra que asemeja a un mausoleo es lo único que queda de un evento encabezado por la gobernadora Cuéllar

Por Stephany Rodríguez

El pasado 16 de octubre, la gobernadora Lorena Cuéllar colocó la primera piedra del Banco de Alimentos Tlaxcala, prometiendo una solución a la pobreza extrema en el estado, sin embargo, una semana después, el terreno permanece vacío y desatendido, sin ningún avance en la construcción ni signos de actividad.

La primera piedra que asemeja a un mausoleo es lo único que queda de un evento encabezado por la mandataria estatal.

Este abandono pone de manifiesto la desconexión entre las promesas oficiales y la dura realidad de las familias en situación de vulnerabilidad.

Durante la inauguración, se mencionó la colaboración con organizaciones y empresas para garantizar el acceso a alimentos nutritivos, sin embargo, la falta de acción inmediata y la ausencia de mano de obra en el predio generan dudas sobre la viabilidad de este proyecto, que hasta ahora carece de un avance tangible.

La inacción en el predio refleja una falta de responsabilidad por parte de las autoridades, quienes deberían priorizar el bienestar de la población. La promesa de mejorar la alimentación de más de 370 mil tlaxcaltecas parece lejana ante la falta de avances visibles.

El Banco de Alimentos Tlaxcala inicia como una iniciativa con la intención de abordar la pobreza extrema en el estado. Sin embargo, la falta de avances visibles en el terreno, que permanece vacío y desatendido, genera inquietudes sobre el futuro del proyecto.

Esta situación refleja una discrepancia entre las promesas oficiales y la realidad de las familias en situación de vulnerabilidad.