25 de septiembre - 2024
Pensar, decir y hacer: responsabilidad de la 4T
Por Vicente Morales Pérez
Amables lectores, es fundamental reflexionar sobre los cambios que están transformando nuestro sistema político y judicial. La reciente reforma al poder judicial, que permite la elección de juzgadores por voto popular, representa un avance significativo hacia una mayor democratización de nuestras instituciones. Como diputado local y militante de MORENA, considero que este es un paso audaz y necesario para fortalecer la confianza ciudadana en el sistema de justicia.
La aprobación y publicación de esta reforma es un logro que no solo resalta el compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, sino que también responde a una demanda histórica de la ciudadanía: que los jueces y magistrados, quienes toman decisiones cruciales que afectan nuestras vidas, sean elegidos por el pueblo y no designados a puerta cerrada. Esta medida busca despolitizar y democratizar la justicia, permitiendo que los ciudadanos tengan voz y voto en la elección de quienes serán los encargados de impartirla.
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha comenzado los trabajos para organizar esta nueva etapa electoral, y es momento de que todos los ciudadanos comprendamos la importancia de participar en este proceso. No se trata únicamente de elegir a un juzgador; se trata de ejercer nuestro derecho como ciudadanos a decidir sobre quienes tendrán la responsabilidad de garantizar la justicia en nuestro país. Este cambio implica un compromiso de todos nosotros para informarnos y votar de manera consciente. El Instituto Nacional Electoral ha instalado una comisión de consejeros, que tendrán a su cargo delimitar la ruta electoral a seguir, los reglamentos que necesitan emitir y conducir el debate de este organismo autónomo con el objetivo de dar certeza y legalidad a las mexicanas y mexicanos.
La justicia, como pilar del Estado de Derecho, debe ser accesible y comprensible para todos. Históricamente, el sistema judicial en México ha enfrentado críticas por su falta de transparencia y por la percepción de que estaba al servicio de intereses particulares. Con la reforma que permite la elección popular de los juzgadores, se abre la puerta a una nueva era donde los ciudadanos pueden exigir mayor transparencia, responsabilidad y ética a quienes ocupan estos cargos.
Además, este cambio puede contribuir a la reducción de la corrupción dentro del sistema judicial. Al permitir que los jueces sean elegidos por el voto popular, se crea una dinámica en la que la ciudadanía puede evaluar el desempeño de los juzgadores y tomar decisiones informadas en futuras elecciones. Esto, a su vez, fomenta una cultura de rendición de cuentas y evaluación constante, aspectos fundamentales para una democracia saludable.
Es importante también destacar que la elección de juzgadores no se limitará a una mera formalidad. La implementación de este sistema requerirá un cambio cultural en la manera en que los ciudadanos ven el sistema judicial. Necesitaremos informarnos sobre las propuestas de los candidatos, sus trayectorias y sus compromisos con la justicia. La participación ciudadana no debe ser un acto aislado; debe convertirse en un proceso continuo que involucre el monitoreo y la evaluación de la actuación de los juzgadores.
Por otro lado, es crucial que el INE, se prepare adecuadamente para llevar a cabo este reto. Esto incluye garantizar que los procesos sean transparentes, justos y accesibles para todos. La capacitación de los electores y la promoción de una cultura de participación son esenciales para asegurar que la elección de juzgadores sea un ejercicio verdaderamente democrático.
En este sentido, MORENA tiene un papel fundamental. Debemos seguir promoviendo el diálogo y la educación cívica en nuestras comunidades, para que cada ciudadano comprenda su papel en este nuevo sistema. La reforma no solo busca un cambio en la forma en que se eligen los juzgadores, sino que también pretende empoderar a la ciudadanía, dándole la oportunidad de influir directamente en un ámbito tan crucial como es el de la justicia.
Asimismo, la elección de juzgadores por voto popular plantea un desafío en términos de la independencia judicial. Es vital que, aunque se elijan por el pueblo, los juzgadores mantengan su autonomía para tomar decisiones basadas en la ley y no en presiones externas. Este es un equilibrio delicado que debemos cuidar y fomentar. La justicia debe ser imparcial y debe estar por encima de cualquier interés político o económico.
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