Directora de la Escuela de Música de Tlaxcala denuncia acoso laboral tras negarse a despedir maestros
25 de septiembre - 2024

Dulce Sánchez reclama acciones injustas en la Secretaría de Cultura

Por Stephany Rodríguez 

El 11 de septiembre de 2024, Dulce Guadalupe Sánchez, directora de la Escuela de Música del Estado de Tlaxcala (EMET), fue impedida de ingresar a la institución junto con varios alumnos, en un altercado con el licenciado José Luis Grande Sánchez, del área jurídica de la Secretaría de Cultura. Según la directora, esta acción se debió a su negativa a acatar órdenes que implicaban el despido de maestros sin justificación alguna.

«Me están dando la espalda. No me permiten entrar. Mi coche sigue en el estacionamiento y mis pertenencias están en mi oficina, pero no me dejan acceder», declaró Sánchez en un video grabado ese día. La directora denunció que este acto es parte de una serie de represalias por haber defendido la permanencia de varios maestros de la EMET.

Sánchez afirmó que la presión provino directamente de autoridades superiores, quienes le exigieron despedir a los docentes sin un motivo claro. «No permití que corrieran a maestros. Mi delito es tener ética y valores, pensar en las familias de esos maestros, en sus hijos, y no aceptar esas órdenes», expresó con frustración.

Durante el altercado, tanto alumnos como la directora se encontraron varados. Algunos estudiantes fueron dejados fuera del recinto y otros se quedaron atrapados dentro, sin poder salir. «Es una injusticia. No es apoyo lo que están ofreciendo. Esto es acoso laboral», añadió la directora, visiblemente afectada por la situación.

En respuesta, el licenciado José Luis Grande Sánchez, quien representa el área jurídica de la Secretaría de Cultura, comentó que el caso podría ser revisado, sin ofrecer una solución inmediata. «Maestra, pues ahora sí que este tema lo podemos checar», dijo en su intervención, lo que dejó abierta la posibilidad de una resolución futura, aunque sin comprometerse a un apoyo claro para resolver el conflicto.

Sánchez no solo denunció el impedimento para ejercer su cargo, sino que también señaló un ambiente de acoso dentro de la escuela, con la presencia de personal no identificado en su oficina y una constante presión para tomar decisiones contrarias a sus principios. «No es delito tener valores ni empatía. No acepto las órdenes solo porque vienen de una figura de poder», puntualizó la directora.

El caso sigue en desarrollo, mientras la comunidad educativa de la EMET espera una pronta solución que permita el regreso de alumnos y docentes a sus actividades, así como el esclarecimiento de los motivos detrás de estas acciones por parte de la Secretaría de Cultura.