Los agricultores exigen el cumplimiento de acuerdos previos sobre precios mientras la empresa se niega a negociar.

Por Stephany Rodríguez

Productores de cebada de nueve estados del país, entre ellos Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, San Luis Potosí y Durango, se encuentran en pie de guerra contra una empresa cervecera internacional debido a la negativa de la compañía a respetar la metodología de precios acordada en 2022.

La disputa se ha intensificado al punto de que los cebaderos han amenazado con cerrar dos importantes instalaciones de la empresa en Puebla y San Luis Potosí.

En Tlaxcala, donde anualmente se destinan alrededor de 30 mil hectáreas al cultivo de cebada, la situación ha generado una profunda preocupación entre los productores, quienes temen ser gravemente afectados por la negativa de la cervecera a cumplir con el acuerdo de precios. La incertidumbre amenaza con impactar la economía local y el sustento de miles de familias que dependen de este cultivo.

Los agricultores, encabezados por Ricardo Canales del Razo, presidente nacional del Sistema Producto Cebada, expresaron su descontento con la oferta de la cervecera de 7,430 pesos por tonelada de cebada, en lugar de los 8,680 pesos estipulados en el acuerdo original. A pesar de las negociaciones, la postura de la empresa permaneció firme, lo que llevó a los cebaderos a entregar un pliego petitorio con medidas drásticas.

El documento exige el cierre completo y temporal de la maltera de Grajales a partir del 6 de septiembre y de la planta de Palma Gorda el 11 de septiembre, además de una protesta en la cervecería de Orizaba el 18 de septiembre. Los productores también solicitaron una reunión con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) para resolver el conflicto.

Entre las demandas figuran el respeto al precio acordado de 8,680 pesos por tonelada, la realización de la reunión con SADER y la revisión de la asignación de superficies de siembra. Los cebaderos advierten que mantendrán guardias en las instalaciones de la cervecera hasta que se atiendan sus exigencias, reiterando su disposición a continuar con la producción de cebada bajo condiciones justas.

Los productores de cebada buscan una resolución que les permita seguir con su labor sin tener que abordar otros temas relacionados con el uso de recursos, como el agua, y señalan que están dispuestos a llegar a acuerdos que beneficien a ambas partes.