29 de agosto - 2024
Uniformado señala que los retenes responden a directrices de la gobernadora Lorena Cuéllar
Por Stephany Rodríguez
Un ciudadano tlaxcalteca decidió alzar la voz para denunciar presuntos actos de corrupción y abuso de autoridad por parte de policías estatales, subrayando que las instituciones encargadas de impartir justicia y defender los derechos humanos se encuentran «rebasadas» y brindan «protección» a los agresores.
La denuncia, respaldada por un video que circula en redes sociales, evidenció la preocupación por el deterioro en la seguridad pública y en la confianza hacia las autoridades.
El ciudadano, quien pidió mantener su identidad bajo reserva, narró dos encuentros desagradables con policías estatales, ambos marcados por violencia y extorsión.
A pesar de haber acudido a diversas instancias, como la Contraloría de Asuntos Internos de la Policía Estatal y la Comisión de Derechos Humanos, las denuncias no prosperaron. «Entre ellos se protegen, nada procedió», expresó con frustración el denunciante, al recordar que su hijo fue golpeado y detenido sin motivo, sin que los policías enfrentaran consecuencias.
El segundo encuentro, ocurrido el 12 de noviembre de 2023,tras adquirir un vehículo, fue interceptado en la avenida del Trabajo por la patrulla PL093-1, tripulada por dos policías, quienes lo acusaron de haber comprado un auto robado. A pesar de presentar toda la documentación en regla, los oficiales exigieron 10 mil pesos y, al negarse, se llevaron el vehículo en una grúa particular, cobrando posteriormente 30 mil pesos por su devolución.
El denunciante aseguró que uno de los policías mencionó que estos retenes se realizan por órdenes directas de la gobernadora Lorena Cuéllar, como parte de un operativo denominado «Cero Tolerancia», que supuestamente busca disminuir el robo de autopartes. Sin embargo, señaló que estos operativos se han convertido en un pretexto para extorsionar a ciudadanos inocentes.
«Estos señores solo tienen uniforme y patrulla para andar robando a la ciudadanía», denunció el afectado. A pesar de acudir nuevamente a las instancias correspondientes, hasta la fecha no ha recibido respuesta sobre el paradero de su vehículo.
Finalmente, la víctima hizo un llamado urgente: «Nos perjudican porque ya nada más te paran y te meten en un problema, aunque tú vayas bien», concluyó, señalando que la ciudadanía teme más a los policías que a los delincuentes.