26 de agosto - 2024
La dependencia del programa en la capacidad municipal y su enfoque en 2025.
Por Stephany Rodríguez
La Secretaría de Infraestructura (SI) de Tlaxcala, bajo la dirección de Diego Corona Cremean, ha hecho un énfasis considerable en la urgencia de finalizar el mayor número posible de obras antes del inminente cambio de administración en septiembre. El programa «Peso a Peso» se presenta como un eje central en este esfuerzo, con la promesa de que las obras en curso continuarán beneficiando a la población, aun después de la transición gubernamental.
El diseño del programa, que proyecta la vinculación de recursos estatales a los proyectos presentados por los municipios en 2025, busca fomentar una participación activa en el desarrollo de infraestructura municipal. Corona Cremean subraya la importancia de este esquema, que permite a los municipios realizar obras que de otro modo no podrían financiar por sí mismos. Según el titular de la Secretaria de Infraestructura (SI), se han iniciado conversaciones con presidentes municipales electos para que puedan presentar sus proyectos y empezar con los procedimientos administrativos correspondientes.
Sin embargo, detrás de los avances y las promesas, se ocultan desafíos estructurales que ponen en entredicho la sostenibilidad y efectividad del programa. Uno de los principales riesgos es la capacidad administrativa dispar entre los municipios. No todos cuentan con los recursos humanos y técnicos necesarios para gestionar proyectos de infraestructura, especialmente aquellos de alta complejidad. La falta de planificación adecuada y los posibles retrasos podrían traducirse en obras inconclusas o mal ejecutadas, dejando a las comunidades sin los beneficios esperados.
Otro aspecto crítico es el enfoque para 2025, donde se vincula el financiamiento estatal al número de proyectos presentados por los municipios. Este esquema podría presionar a los gobiernos locales a priorizar la cantidad sobre la calidad de las propuestas, lo que podría derivar en una proliferación de proyectos que no necesariamente abordan las necesidades más urgentes de la población, sino que buscan asegurar recursos sin un análisis profundo de su viabilidad o impacto.
El éxito del programa «Peso a Peso» no sólo depende de la disponibilidad de fondos, sino de una ejecución eficiente y un seguimiento riguroso. Si bien la cooperación financiera intergubernamental es crucial, sin el apoyo técnico necesario y un control adecuado, el programa corre el riesgo de fallar, socavando la confianza ciudadana en las instituciones y en las promesas gubernamentales.