Un ataque a un militar retirado destapa la ineficiencia.

Por Stephany Rodríguez

Tlaxcala se ha colocado en el centro de la atención nacional tras volverse tendencia en la plataforma X (anteriormente Twitter) y en otras redes sociales como Facebook, así como en medios de comunicación nacionales.

El motivo de esta inesperada visibilidad es la difusión de un incidente violento ocurrido semanas atrás, que ha puesto en entredicho la capacidad de respuesta y la integridad de las autoridades locales.

El 24 de julio, en la comunidad de La Candelaria Teotlalpan, municipio de Totolac, un presunto militar retirado fue víctima de un ataque armado perpetrado por cuatro sujetos. El enfrentamiento comenzó con una disputa verbal en una tienda de conveniencia en la zona de La Garita, pero escaló cuando los agresores siguieron a su víctima hasta su domicilio en la calle Máximo Morales, donde le dispararon mientras intentaba ingresar a su vivienda. En defensa propia, el militar respondió a la agresión, hiriendo a uno de los atacantes.

La situación se complicó aún más cuando, poco después del tiroteo, los padres del agresor herido llegaron al lugar y comenzaron a increpar al militar, exigiendo explicaciones y culpándolo por la herida de su hijo. Minutos más tarde, elementos de la Guardia Nacional hicieron acto de presencia, pero la actuación de las fuerzas de seguridad estatales y municipales fue ampliamente cuestionada.

En redes sociales, las críticas no se hicieron esperar. Ciudadanos de todo el país manifestaron su desconcierto e indignación ante la respuesta de las autoridades. Entre los comentarios más recurrentes destacan interrogantes sobre por qué los presuntos agresores fueron trasladados en un vehículo particular y por qué la policía no intervino adecuadamente en el lugar de los hechos.

El caso, que inicialmente se difundió en redes sociales y luego en medios nacionales, ha evidenciado las deficiencias en la estrategia de seguridad de Tlaxcala, así como la posible complicidad entre las autoridades y los delincuentes.

Este episodio ha dejado una profunda preocupación entre la ciudadanía, que percibe una falta de protección y una creciente impunidad en la entidad.