13 de agosto - 2024
Por Stephany Rodríguez
El pasado 24 de julio de 2024, un ataque armado a una casa en La Candelaria Teotlalpan, Totolac, sacudió a la comunidad y reveló evidentes fallos graves en la respuesta de las autoridades. Cuatro individuos, presuntamente integrantes de una banda perpetraron el ataque en plena luz del día, dejando a un joven de 19 años gravemente herido.
Los hechos se originaron a partir de una confrontación verbal en una tienda de conveniencia en la zona de La Garita. Los atacantes siguieron a su víctima hasta su domicilio en la calle Máximo Morales. Al llegar, dispararon con pistolas, según la autoridad, calibre .22, mientras el hombre ingresaba a su casa.
El residente, en defensa propia, repelió el ataque con una pistola calibre 9 milímetros, hiriendo de gravedad a uno de los agresores, Jhonatan N., de 19 años. Esta violenta escalada es el resultado de una antigua disputa, en la que los atacantes intentaron sin éxito despojar al hombre de su vehículo años atrás.
Videos de una cámara de seguridad privada muestran el incidente, revelando la ineficacia de la actuación de las autoridades. Las imágenes muestran una notable falta de coordinación: la ambulancia nunca llega, la Secretaría de Marina (SEMAR) se retira del lugar, y la Policía Estatal luce desorientada sobre lo sucedido. Ante esta situación, los familiares del herido deben trasladarlo por sus propios medios, mientras las autoridades no logran detener a los agresores.
El joven herido fue trasladado de urgencia a un hospital privado en la capital del estado, donde se debatía entre la vida y la muerte. Un amplio operativo de seguridad fue desplegado en el hospital tras confirmarse su ingreso. Durante la noche del miércoles, se confirmó que Jhonatan N. se encontraba en estado crítico por la herida de bala en su cabeza. Se informó que junto con otros tres hombres, había atacado una vivienda en la calle Máximo Morales y fue herido durante el enfrentamiento.
Personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y peritos de la ahora Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) llegaron al lugar para acordonar la zona y recolectar más de 10 casquillos percutidos.
La percepción de impunidad y complicidad se ha extendido entre los ciudadanos, quienes exigen respuestas y medidas contundentes para evitar que estos actos violentos se repitan.
El ataque en La Candelaria Teotlalpan pone en evidencia serios problemas en la seguridad y la respuesta de las autoridades en Tlaxcala.