Entrada Libre
27 de junio - 2024

Por Mauricio Hernández Olaiz

Lo del pasado lunes no fue algo que podamos tomar a la ligera, y el gobierno lo sabe. La creciente inseguridad en el estado no es algo que se pueda soslayar, pese a los constantes intentos de la triste por hacerlo, sin éxito.

Ya diversos sectores de la sociedad han recurrido a las protestas como medio de presión a un gobierno omiso ante la presencia de la delincuencia. Primero fueron los agricultores del oriente del estado, sumamente golpeados por las mafias y luego los conductores de plataformas.

Fue precisamente la protesta del lunes, la de los conductores, la que nos demostró que un gremio unido y consistente puede poner al estado contra las tablas y eso paso el lunes, en una protesta que creció a grandes dimensiones por la ineptitud de un secretario de gobierno y una procuradora que se sintieron los dueños, y acabaron doblados.

Lo del lunes, insisto, no fue menor, sobre todo porque cada vez más sectores de la sociedad están sufriendo el vendaval criminal, poniendo en jaque su estilo de vida, su fuente de ingresos y hasta sus propias vidas, cada vez menos personas seguirán cruzadas de brazos.

Ya lo decía Carlos Monsiváis en su libro, “Entrada Libre. Crónicas de la sociedad que se organiza” en dónde la gente, en situaciones de extrema tensión, riesgo o peligrosidad, es capaz de organizarse de tal manera que pueden poner a temblar a quien sea. Lo del lunes fue una probada tan solo de lo que va a llegar a pasar si la triste historia sigue sin atender el problema.

El lunes solo fueron conductores de plataforma, imagine usted a todo el entramado estatal. No es la primera vez que los ciudadanos salen a las calles a manifestar su inconformidad por la inseguridad, pero nada como lo del lunes, pues ante la arrogancia, prepotencia e ineptitud de los de siempre, los “choferes” se volcaron a mostrar músculo, lástima que al final se doblaron con tan poco. Pero ahí quedó la muestra.

De seguir el gobierno con su discurso tendencioso y perverso, con funcionarios como Marrufo el Marino, el ahijado consentido y Ernestina Carro, la cosa no va a cambiar, la delincuencia seguirá creciendo hasta que la sociedad en su conjunto se organice y la gobernadora deba de salir huyendo, como lo hizo aquella tarde en el teatro Xicohténcatl en las marchas del 7 de mayo.

Y no se equivoquen autoridades, la gente de la capital no se molestó con los conductores con su marcha, sino con ustedes por su incapacidad, pese a que mandaron a sus dos ridículos porristas que solo mancharon su propia imagen y su poca credibilidad.

La gente de la capital aguantó, entendió, simplemente porque muchos de ellos han sido víctimas de la delincuencia y agradecieron que alguien tomara las riendas y se manifestara en contra. Pero cada homicidio, feminicidio, asalto, secuestro, cobro de piso, agresión o desaparición que se siga sumando al record de la triste, es un ingrediente más, una piedrita más en el zapato de la gente para que decida organizarse y hacer valer su entrada libre a la manifestación, la molestia y la exigencia.

Y por favor, por favor, no me vayan a salir con que la gente es feliz, feliz y por eso votó todo morena, eso no fue un logro de la mandataria, pero ni tantito, eso fu, la realidad en casae una tendencia nacional, Tlaxcala no estuvo exento sabrá dios porqué, pero bueno ni la propia mandamás votó por morena, por ello lo otro no se entiende.

Ya será la jefa la que decida hasta donde quiere dejar llegar esto….Por lo pronto la entrada es libre.

@olaizmau

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