La senadora reeleccionista Ana Lilia Rivera ha promovido una encuesta que le da una amplia ventaja en su camino para ser nuevamente Senadora que, días antes fue descalificada por su jefa la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, argumentando su poca confiabilidad.
 
Este incidente no solo resalta la división interna dentro de Morena, sino que también subraya la manipulación de datos como una herramienta política. 

Resulta incongruente que se recurra a cifras de encuestadoras como Massive Caller que los mismos morenistas han rechazado anteriormente, dejando en evidencia la falta de coherencia, estrategia y seriedad en la utilización de información estadística para fundamentar sus argumentos, pues al final cada que difunden esta encuesta a quién le hacen campaña es Anabell Ávalos del PRI- PAN y PRD. 

No es la primera vez que esta casa encuestadora enfrenta críticas por la falta de precisión en sus predicciones, hace tres años daban como ganadoras del Gobierno de Tlaxcala a Anabell Ávalos, y como presidenta municipal a Anabel Alvarado, el resultado final ya todos los sabemos; hoy es la única que pone a Xóchitl arriba. Lo que debería ser suficiente para que cualquier partido político se abstenga de basar su estrategia en esos resultados.

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