Descontento y represión laboral.

Por Stephany Rodríguez

Trabajadores de la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPTx) se manifestaron de forma pacífica desde el pasado 13 de mayo, por medio de portar los colores negro y rojo como símbolo de inconformidad, tras recibir una respuesta indiferente de la gobernadora del estado a una solicitud presentada el 1 de mayo ante más de 10 mil trabajadores en las instalaciones de la CTM.

Durante un acto cívico reciente, la rectora Rosalia Nalleli Pérez Estrada mostró una actitud de confrontación y falta de empatía hacia los trabajadores, acusaron los inconformes. De igual forma señalaron que Pérez Estrada, respaldada por su círculo de activistas del partido oficial MORENA, calificó la vestimenta de los trabajadores como una «manifestación violenta» contra su administración, pese a que los empleados no realizaron ningún acto verbal o físico que perturbara el orden. Esta reacción, dijeron, desencadenó una serie de represalias por parte de la rectora, exacerbando el clima de hostigamiento laboral en la institución.

La comunidad académica de la UPTx también expresó su indignación por la inacción de varios directivos, que, según denuncias, utilizan sus cargos para campañas políticas durante horas laborales. Específicamente, evidenciaron a Adolfo Conde Hernández, director de Ingeniería Industrial, quien fue criticado por su falta de preparación y por realizar actividades políticas bajo el pretexto de su cercanía con la gobernadora.

Además, mencionaron que la administración universitaria, utilizando fondos públicos, organizó un evento para agasajar a la gobernadora, mientras que el tradicional festejo del Día del Maestro y del Trabajador Universitario fue deplorable. Los docentes y trabajadores administrativos recibieron una comida de baja calidad y un servicio deficiente. Además, la rectora fue acusada de manipular la rifa anual, excluyendo a los empleados sindicalizados de los premios, en un gesto de represalia evidente.

Estos actos de abuso y represión han llevado a los trabajadores a manifestarse pacíficamente dentro de la universidad. «Sin embargo, estas protestas han sido respondidas con más hostigamiento, como cambios arbitrarios de áreas de adscripción, aumento de cargas laborales, exclusión de funciones y levantamiento de actas administrativas infundadas”, dijeron los quejosos al solicitar la gracia del anonimato.