Edil y comandante ignoraron petición de ayuda en linchamiento de policía estatal en Zacatelco. Crónica
18 de abril - 2024

Cortesía Fabián Robles/Faronoticias

Heridos de muerte, Antonio, Rubén y Agustín, terminan inconscientes, tirados en el piso de la Calle Veracruz, intersección con Calle Acapulco, una cuadra antes de la escuela Domingo Arenas, de Xitototla, municipio de Zacatelco. Una turba de aproximadamente 200 pobladores los tundió. Noche de lunes 8 de abril.

“Patadas, puntapiés, golpes con el puño cerrado, golpes con palos y bates”, recibieron el director de investigación, el abogado adscrito al Departamento Jurídico y el policía estatal, según la versión del titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Alberto Martín Perea Marrufo.

A las 18:48 horas de ese día el Servicio de Emergencias 911 recibe un reporte: en Prolongación Revolución, a la altura del número 19, un hombre le acaba de robar su taxi al conductor, quien queda tirado, abandonado en la banqueta.

El vehículo, balizado con los colores de los taxis de Puebla, “lleva los vidrios rotos”. El presunto ladrón “viste de playera color verde (…) la unidad se la lleva con rumbo hacia la barranca”, dice el reportante.

Diez minutos más tarde, otro reporte queda asentado con el folio 2404081647. Ahora, una mujer refiere que “su mamá le solicitó el apoyo de una ambulancia, toda vez que lastimaron a su abuelito”.

La reportante no se encuentra en esa calle, desconoce con exactitud qué sucede. Solo atina a decir que, durante la llamada con su progenitora, escuchó una detonación de arma de fuego.

Manuel, un vecino septuagenario de ocupación taxista, al resistirse a ser asaltado, es privado de la vida por sujetos dedicados presuntamente al robo de transporte. Por eso la urgencia de la ambulancia.

El reloj marca ya las 19:05 horas. Una llamada más al 911 queda registrada con el folio 2404081635: en la Calle Veracruz, intersección con Calle Acapulco, seis hombres tratan de detener a igual cantidad de sujetos que, afirman, “están involucrados en el robo de transportistas”.

Los acusados son sorprendidos por un hombre, justo cuando intentan introducir a un inmueble un remolque robado, y huyen. En la fuga, es cuando se topan al taxista que asesinan para despojarlo de su unidad de trabajo.

El tañido incesante de las campanas de la capilla alerta al pueblo de Xitototla. La comunidad sabe que cuando doblan esos objetos de bronce es porque “algo” pasa y se requiere el apoyo de todos.

Unos 80 habitantes, hombres y mujeres, acuden al llamado, salen a las calles y logran retener a dos de los presuntos responsables. Los otros cuatro huyen.

Avisados de los hechos, a bordo de las patrullas TL-053-6 y TL-046A-6, al lugar arriban el suboficial Fausto, el director de investigación Antonio, y los policías estatales acreditables de operaciones Jairo, César, Francisco y Antonio.

Los dos primeros se acercan a la multitud para indagar. Enojada, la turba comienza a jalonear a los dos retenidos, a quienes tienen rodeados.

Rebasados por los lugareños -que se niegan a entregar a los presuntos ladrones-, los policías piden refuerzos vía radio a la SSC y a la Dirección de Seguridad Municipal de Zacatelco.

A las 19:12 horas llegan unos 20 refuerzos estatales -entre ellos Agustín, adscrito a la Comisaria de Seguridad de Zacatelco; y “el licenciado” Rubén, del Departamento Jurídico “para brindar asesoramiento, en caso de que resultara necesario”- con la intención de salvaguardar la integridad de los dos retenidos, pero lo único que consiguen es exacerbar a quienes tienen sed de justicia.

Incontrolable, la multitud -que a esta hora ya aglutina a unas 200 personas- la emprende de forma violenta contra el grupo de policías estatales, golpeándolos con saña en diversas partes del cuerpo.

El director de investigación Antonio, “el licenciado” Rubén y el policía Agustín, son retenidos por los pobladores. Resultado de la golpiza, quedan inconscientes en el piso.

En la refriega, el “licenciado” Rubén pierde su arma de cargo -cuyo permiso de la Sedena tiene vigencia del 14 de febrero de 2023 al 13 de febrero de 2025-, una pistola calibre 9x19mm, marca Pietro Beretta, modelo PX4 Storm Compact, con dos cargadores y 30 cartuchos útiles.

El titular de la SSC, Alberto Martín Perea sospecha que esa arma de fuego “pudo ser susceptible de robo por los pobladores participantes en el linchamiento, lo que constituye un riesgo para los habitantes del municipio de Zacatelco”.

Replegado el personal de todas las áreas operativas de la SSC se logra extraer del lugar al director de investigación, Antonio y al policía Agustín. Ambos son trasladados de urgencia al Hospital General “Licenciado Anselmo Cervantes Hernández.

Una ambulancia de la propia dependencia y otra de la Cruz Roja, los llevan al nosocomio ubicado en Apetatitlán. Los dos presentan lesiones de gravedad provocadas por el grupo de pobladores de Xitototla.

El “licenciado” Rubén sigue retenido por los lugareños que ya lo llevan hasta la plazuela del barrio. A ese lugar arriba el capitán de navío Alberto Martín Perea Marrufo.

Apoyado por sus subordinados, el secretario de Seguridad Ciudadana logra rescatar a Rubén, quien presenta diversas lesiones en todo el cuerpo. Moribundo, también es llevado al hospital de Apetatitlán.

Pasa el tiempo. Aproximadamente a las 23:00 horas, personal médico de guardia del nosocomio da la infausta noticia al director de Seguridad Pública de la SSC, Miguel Ángel Chavarría Mejía: Rubén ha fallecido a consecuencia de la gravedad de las lesiones que presentaba en diversas partes del cuerpo.

El director de Investigación Antonio y el policía Agustín quedan internados. Las lesiones sufridas son graves, de esas que ponen en peligro su vida.

Al momento en que los elementos policiales y jurídico de la SSC eran golpeados parte pobladores de Xitototla, los demás elementos que inicialmente arribaron al lugar de los hechos, al verse superados en número y que eran objeto de agresiones, solicitaron el apoyo del personal de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Zacatelco.

El llamado con carácter urgente, “a fin de inhibir o cesar las agresiones de este grupo de pobladores”, es ignorado por el director de la corporación municipal Javier Mendieta Mendieta y por el presidente de Zacatelco Hildeberto Pérez Álvarez, “no obstante que tenían pleno conocimiento de lo que estaba ocurriendo es su demarcación territorial”, acusa el titular de la SSC.

(La información utilizada para este recuento del linchamiento de un policía en Zacatelco, fue retomada de la intervención del secretario de Seguridad, durante la Primera Sesión Extraordinaria del Consejo Estatal de Seguridad del Estado de Tlaxcala, cuya acta fue publicada en el Periódico Oficial)