Por Edgardo Cabrera

Pasamos del desastre en el registro de candidatos a diputados locales, donde salieron a relucir simulaciones y trapacerías, a la sospecha de la actuación facciosa del organismo electoral, para afectar a la oposición, simular con los partidos cuatroteístas, y cuidadosos con los morenos.

Resulta que, una vez vencido el plazo para impugnar la determinación del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, algunos partidos como el PRI, el mayor afectado con la cancelación de registros, promovió nueve medios de impugnación al tiempo de deslizar la posibilidad de la mano negra para “desaparecer” documentación e incluso dudar de la palabra de sus candidatos.

No es nuevo el intento de injerencia y las presiones que desde el ejecutivo en turno se hace al instituto, todos los gobernantes, sin excepción, ejercieron presión desde el presupuesto, algunos recortándolo o dándolo a cuentagotas, otros, como la actual, complaciente para abrirle la puerta a personeros buenos para el espionaje, las mentiras, traiciones, y hasta el robo.

Como sea, las sospechas del manejo faccioso podrían cobrar fuerza o desmoronarse una vez que los tribunales electorales resuelvan las controversias. Sí confirman los acuerdos, el ITE se alzará en hombros y legitimará sus próximas actuaciones, de lo contrario, se desmoronará la confianza y veremos una larga disputa al interior de las sesiones del Consejo.

Antes del 30 de abril, fecha en que arrancan las campañas de ayuntamientos y diputaciones, el Tribunal Electoral de Tlaxcala, y en caso de recurrir, el del Poder Judicial de la Federación deberán resolver los medios de impugnación para dejar a salvo los derechos de los partidos y sus candidatos, y así puedan participar en el proceso electoral.

Ahí no acaba el asunto, el 21 de abril vence el plazo para el registro de candidatos a presidentes y miembros de los ayuntamientos, que anticipa también una serie de errores e imprecisiones que, al igual que con los diputados, terminarán en tribunales. Lo que se viene, será, una guerra encarnizada en tribunales. 

AGRAVIADOS

A colación de las trapacerías de los partidos políticos evidenciadas por el ITE, en al menos dos temas parecen tener razón los consejeros electorales, en la simulación del cumplimiento de acciones afirmativas para entregar candidaturas a miembros de la comunidad LGBTTTIQ+ y a personas con discapacidad.

La semana pasada en entrevista, Mary Carmen Mazarrasa, ex titular y fundadora del Instituto Tlaxcalteca de Personas con Discapacidad expresó su indignación por la simulación y fue clara de quiénes pertenecen a este grupo discriminado, pero también reveló que en la “desesperación”, algunos partidos llamaron a personajes icónicos, como ella, para meterlos de “relleno”.

No solo eso, Mazarrasa fue clara, en el caso de la visión, dijo que una persona debe ser ciega o en condición “grave”, es decir, cerca del 90 por ciento de visualización, no solo eso, en cualquier caso deben contar con certificado de discapacidad emitido por un médico especialista en rehabilitación adscrito al Sistema Nacional de Salud o, en su caso, por el IMSS.

Para el tema de la comunidad de la diversidad sexual, Antonio Escobar Muñoz, director del Programa de VIH y Derechos Humanos del Colectivo LGBTTTI+ Tlaxcala, también en entrevista, fue enfático, dijo no sentirse representado por ninguno de los supuestos y supuestas inscritas y evidenciadas por el ITE como de dudosa pertenencia a la comunidad, y adelantó que procederán por la vía legal por la simulación.