Por Camila Tornel

Si la lista de candidatos a legisladores, locales y federales, le quedó a deber a la base de Morena, la de los Ayuntamientos es la gota de derramara el vaso.

Sucede que los morenistas históricos en Tlaxcala están bastante inconformes con los resultados de las supuestas encuestas que sirvieron para elegir a los abanderados de Morena. Las expectativas no se corresponden a la realidad.

Hay una clara tendencia a favorecer dinastías, castas e intereses personales y de grupo que se contradicen con los ideales de la Cuarta Transformación.

Caso más claro es el del matrimonio Sánchez González, con la candidatura plurinominal de Marcela González para repetir como diputada local, y la candidatura de Alfonso Sánchez García, su esposo, que violó la convocatoria pues, a pesar de registrarse como candidato al Senado, se registró también para el Municipio de Tlaxcala, cuando ni residía en la capital.

Tienen razón aquellos cuadros que, han venido de abajo, en espera de una oportunidad para hacer carrera política bajo los ideales y colores de Morena. Son los primeros en decepcionarse de la farsa del proceso interno, y de las mentiras de la dirigencia estatal, que aseguraba que había piso parejo para todos, y al final, resulta que la lista ya estaba palomeada.

No es difícil anticipar desbandadas o trabajos de simulación en los 60 municipios, pues muchos de los inconformes ya están engrosando las filas y candidaturas del PT, ahí está el alcalde Contla y muchos liderazgos más. Y como dicen que el que avisa no traiciona, estarán en su legítimo derecho aquellos que decidan buscar otro proyecto político fuera de Morena pero dentro de la 4T.

A colofón….

Por cierto, la semana pasada se hizo viral un supuesto audio entre dos personajes siniestros que hacen y deshacen a su antojo.

Más allá de si es cierto o falso el audio filtrado a nivel nacional, lo que llama la atención es que casos como el de Huamantla, se están viviendo en varios municipios, donde la autoridad ocupa toda la fuerza del estado para doblar a sus enemigos o “aliados” si es que estos no se alinean a sus interés.

Ya desde hace semanas apuntaban distintos columnistas que existen operadores que están dejando mal parada a la gobernadora. Y lo peor de todo es que, mucha de la guerra sucia, sale de una Secretaría ubicada en la parte alta de Palacio de Gobierno.

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