CULPABLES
10 de abril - 2024

Por Edgardo Cabrera

Antes que nada, nuestras condolencias a la familia del “jefe” Bernabé, policía estatal que perdió la vida tras ser linchado en Zacatelco por una turba cansada y harta de la delincuencia que impera en Tlaxcala, el estado más seguro según la Triste Historia y su mandamás.

El lunes negro comenzó en la quinta sección cuando un taxista de la tercera edad fue atracado y muerto de un disparo en la cabeza, ante el hecho, pobladores hicieron lo que no hace bien la autoridad, ubicaron la unidad robada y retuvieron a tres sujetos acusados como responsables del ilícito.

Ya con los ánimos caldeados hizo su aparición el estado con sus policías, llegaron ministeriales, municipales, en fin, el despliegue montado fue para rescatar a los probables delincuentes y, de nueva cuenta, el mentado protocolo anti linchamientos creado por el tristemente célebre ex secretario de Seguridad Ciudadana, Ramón Celaya, fracasó.

Ahora la víctima fue un policía, hasta donde se informó, parte del equipo jurídico de la SSC quien quedó atrapado con otros elementos por la turba al momento en que intentaban recuperar el cuerpo del taxista muerto para que la PGJE realizará el trámite de ley. Cuatro horas después, lo “rescataron”, solamente para que el oficial muriera en el hospital a causa de la golpiza.

La falta de pericia y el desastre de la aplicación de su protocolo anti linchamientos contribuyeron a la pérdida de la vida de un policía que, literalmente, fue enviado al matadero, y lejos de establecer contacto con la corporación para expresar su solidaridad y respaldarlos en su labor, darles ánimo tras el duro golpe, la mandamás se fue a la mañanera de López Obrador a echar porras por el sistema de Salud IMSS-Bienestar que, también vemos, es un desastre carente de medicamentos e insumos, los que quedaron evidenciados, de nuevo, por la ola de afectados y decesos a causa del síndrome de Guillain Barré

INSEGURIDAD

De lo ocurrido en Zacatelco, el fondo, la verdadera causa es la pésima estrategia de seguridad de Marrufo el Marino, desde su llegada no hay cambio, por el contrario, los homicidios siguen al alza.

Ahí están los datos del propio Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que marcan a Tlaxcala con 18homicidios dolosos, solamente entre enero y febrero, de esos, cinco corresponden a feminicidios. El año pasado se cometieron en total 622, la entidad con menos asesinatos es Yucatán, seguido de Baja California Sur, Aguascalientes y Campeche.

También está el seguimiento de las atrocidades cometidas en territorio estatal, informe que realiza la organización Causa en Común, y el linchamiento o su intento encabezan la lista, en este año deberán agregar a la cuenta la del policía Bernabé. 

Esa misma agrupación, por cierto, recientemente evidenció la manipulación de cifras de la Triste Historia, para reducir la incidencia delictiva reportado, ya entendemos por qué estamos entre “los más seguros”, es gracias al maquillaje y las cirugías cosméticas, pero los hechos una vez más, tiran el discurso.