Por Edgardo Cabrera

Conocidos los registros de los candidatos a diputados locales, queda claro que la mayoría de los políticos pertenecen a una clase forjada en la hipocresía, la simulación y el engaño.

Para muestra lo que ocurre en Huamantla donde el ex diputado José María Méndez Salgado, “Chema Méndez” para los cuates, regresó a la escena política, saltó de Morena al PAN-PRI, ¿qué tal?, recordemos que siendo legislador se encargó de maltratar una y otra vez a quienes ahora le regalan la candidatura.

Ya lo decíamos en el caso inexplicable de imponer al impresentable, por sus públicas traiciones, Enrique Padilla en el número uno de la lista de pluris del PRI.

Bueno, pues el caso de Chema Méndez no es diferente, bueno, en algo resulta todavía más cuestionable, recuerdan que siendo diputado presidente de la Comisión de Juicio Político impulsó un procedimiento en contra del entonces alcalde de Huamantla, Jorge Sánchez Jasso, su jurado enemigo político.

No solo eso, el presidente era motivo continuo de sus alocuciones en tribuna para denostarlo y acusar una supuesta mala administración del priísta.  

Pues mire las vueltas que da la vida, ahora resulta no solamente que Chema Méndez es flamante candidato prianista, sino que ahora Carlos Miguel Meneses Fernández, yerno de su acérrimo rival político, es su suplente en la candidatura, ¡hágame el favor!

FONDO MOCHES

A colación de quienes compiten por la diputación local, ya se escucha la intentona de regresar aquel Fondo de Resarcimiento de las Finanzas Públicas municipales creado con el impulso de Morena y el PT en la pasada legislatura.

No olvidemos que Miguel Ángel Covarrubias, quien busca su tercera reelección, y algunos legisladores como el ahora candidato Chema Méndez maquinaron asignarse una partida de algo así como 500 millones de pesos para repartir entre los municipios de su elección.

De aquel recurso, recordemos que incluso salieron a relucir casos de algunas diputadas que ahora son flamantes funcionarias del gobierno de Lorena Cuéllar, acusadas de pedir moche a cambio de recursos, incluso fueron denunciadas ante la Fiscalía Anticorrupción pero esos casos fueron archivados.

Ahora, suena con fuerza el intento de regresar el fondo moches, que, a fuerza de ser sincero, no sé qué es peor, que ese dinero lo maneje de forma discrecional la mandamás y su triste historia para negocios personales, o entregárselos a los municipios bajo reglas claras.