Por Edgardo Cabrera

Mientras en el ejecutivo aplaudían a su aplanadora cuatroteísta que cumplió con la orden de crear fast track la Fiscalía General de Justicia y planchar así la imposición de Ernestina Carro por otros 7 años, en Calpulalpan dos pistoleros ingresaron al hospital IMSS Bienestar para matar a un hombre de tres tiros, uno de ellos en la cabeza.

La ejecución del treintañero, que según sus familiares era albañil, se dio por dos sujetos vestidos de negro que huyeron con total impunidad porque, además, ese municipio vecino del Estado de México, es tierra sin ley, lo mismo huachicolean, que asaltan, cobran derecho de piso o matan, pero eso sí, la mandamás feliz feliz por la aprobación de la fiscalía cuya iniciativa mandó con su cuñado y diputado primorenista Fabricio Mena y que consiste solo en cambiarle el nombre a la PGJE, la base es la misma podredumbre.

Poco hay que celebrar cuando, además, en víspera de la consumación de un atropello más, en la conferencia mañanera de López Obrador se presentaron las cifras de homicidios en el país y Tlaxcala registró 18 en los dos primeros meses del año, una vez más, el discurso no concuerda con la realidad, Baja California Sur, que según la triste historia es “menos seguro” que nosotros, solamente reportó 4.

Yucatán, el segundo más seguro, tuvo 7, mientras que Aguascalientes, Durango, Coahuila y Campeche tuvieron 9, 11, 14 y 15, respectivamente, Tlaxcala 18, ¿qué pesa más para el gobierno?, el robo de autopartes o la privación de la vida de su población, es claro que lo primero, pero no solo eso, el nivel de impunidad es tan alto que basta preguntarles a las víctimas cuánto han recuperado de lo robado, por qué no denuncian, cuántos homicidios se han esclarecido, en fin.

Lo cierto es que la descomposición del estado, solo en el rubro de seguridad, es grave, la burbuja gobernante, sus aplaudidores y lamebotas no se quieren dar cuenta. Que dos pistoleros ingresaran a un hospital para ejecutar a alguien es algo nunca visto ni pensado en los peores tiempos de la mafia del poder de Tlaxcala que, por cierto, para los que se rasgan las vestiduras, son los mismos que hoy gobiernan, pero disfrazados de Morena.

También la grave crisis y el temor son evidentes cuando vemos la caravana de guaruras que traen las hijas de la mandamás y la propia señora que hasta mandó a imponer, también, en la ley de seguridad que le doten de escoltas para ella y su parentela por un lapso de hasta doce años después de que deje el cargo, es decir, prácticamente de por vida.

BIEN POBRES, PERO CON BIENESTAR

A colación de la realidad, lapidario es el dato del Coneval que la Triste Historia quiso vendernos como logro, cuando debió darles pena por el hecho de que Tlaxcala está entre las cinco entidades con mayor número de pobres.

Durante 2022, el primer año completo del gobierno, con todo y la creación de Secretaría del Bienestar que encabeza la hija de la mandamás, el gobierno morenista mantuvo en condiciones de escases económica al 52.5 de los tlaxcaltecas, solamente por arriba de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla, eso sí, en su discurso presumen una reducción de 6.8, por cierto, esa misma cifra corresponde a los que están en extrema pobreza.

Por más que quieran negarlo, el hecho es que lo único que hizo la triste historia en su primer año fue engordar el aparato burocrático, creando dependencias, además del Bienestar está la corrupta procuraduría medioambiental, y fraccionando otras como la extinta Secoduvi, de donde surgieron tres entes amorfos.

¿Y los pobres?, bien felices recibiendo apoyos paternalistas para mantenerlos en su miseria, sin proyectar una estrategia real que les permita salir de su situación de económica y escalen a niveles de verdadero bienestar auto sostenible.