Por Camila Tornel

La reelección de diputados locales no tiene nada contentos a los militantes de Morena, especialmente los casos de aquellos legisladores que se quedaron en sus oficinas a disfrutar las mieles del poder, olvidando los compromisos con los grupos que los apoyaron a llegar a la actual legislatura.

También hay inconformidades por quienes jamás han tenido acercamiento con el pueblo, y por el solo hecho de pertenecer a linajes de la clase política se quieren perpetuar en los puestos.

Este es el caso de Marcela González Castillo, quien sin experiencia ni arraigo en Morena llegó al Congreso local y logró ser coordinadora de la bancada de Morena, desbancando a través de grillas a Rubén Terán Águila.

Ahora, por el hecho de ser nuera del exgobernador Alfonso Sánchez Anaya se enfila a repetir el cargo, pues ha trascendido que es una de las “tapaditas” dentro de la lista de candidatas a diputación local por el principio de representación proporcional.

Por lo anterior, en Morena se empiezan a hacer más evidentes las expresiones de descontento e inconformidad, porque personajes como el Junior de los Sánchez Anaya y su pareja, mantienen sus cuotas de poder sin tener mérito de trabajo a favor de la 4T en tierra, lo que contradice claramente la ideología del proyecto político encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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