Por Edgardo Cabrera

El silencio de la oposición es cómplice de lo que está por ocurrir en cuestión de horas, la desaparición de la Procuraduría General de Justicia y la creación de una Fiscalía apéndice de la mandamás, la reforma no solo es fast track, sino que se trata de un crimen por su premura.

Apenas la semana pasada el diputado Mena, del primor, presentó la iniciativa elaborada desde el despacho de su cuñada, y este martes tienen proyectado subirla al Pleno para su aprobación, claro, aprovechando la mayoría aplastante que tiene Morena, sus partidos rémoras y los aliados.

El riesgo, que no problema, es como lo advertimos desde la semana pasada, con tal de asegurar la continuidad de Ernestina, lo que avalarán es un cambio no solo de nombre de una dependencia, sino inconsistencias que traerán como consecuencia impunidad, carpetazos de infinidad de casos y la caída de muchísimos más, al advertir los abogados que la reforma es una porquería.

Para quienes han revisado la iniciativa oficialista es claro que lo que están haciendo es un bodrio que siquiera considera un lapso razonable para transitar de una dependencia del ejecutivo a un ente autónomo, no son enchiladas, y eso va desde el aspecto administrativo, pasando por el terreno de las competencias, reestructuración, condiciones laborales, sumado a la revisión de miles de carpetas de investigación, la creación de una ley orgánica, reglamentos, contrataciones, en fin.

La reforma a la tlaxcalteca es tan preocupante, pero pareciera que solo para algunos, no para quienes cobran como dirigentes partidistas: la del PAN se frota las manos para llegar por la vía fácil a una diputación pluri, el del PRI, un empolvado personaje carente de energía y voz para alzarla como opositor, la del PRD es ajonjolí en las marchas que otros organizan, y el de Movimiento Ciudadano solo habla cuando se trata de estar de pedinche de candidaturas.

A la camarilla dizque opositora le da igual en qué sentido votarán sus legisladores, están más ocupados en la pepena política, la pelea intestina por diputaciones pluri, regidores, la mercantilización de espacios, plantear utopías y promesas que, es claro, no cumplirán.

Algo debo reconocer, es maquiavélico el plan de la Triste Historia al aprovechar los tiempos electorales y el sometimiento de los opositores para realizar la reforma que bien se pudo hacer desde la llegada al gobierno y antes del nombramiento de la procuradora, pero no, dejaron correr casi tres años de impunidad y deficiencia, ahora de nueva cuenta el golpe es al pueblo. 

POR CIERTO

En eso del temor por ser derrotados en las urnas y no lograr mayoría en el Congreso local, también por órdenes de la mandamás avalaron la privatización de un tramo carretero ideado como libramiento del poniente del estado y con ello liberar del tráfico al municipio de Calpulalpan.

Son 22 kilómetros que serán cedidos a un particular, ilusos aquellos que piensen que por concurso será seleccionado el empresario, es claro que ya saben qué familia será la ganona del negocio que consiste en entregarles el tramo por 30 años para que cobren entre 66 y 359 pesos para usarlo, solo en el primer año, a cambio de construirlo, claro, con apoyo económico y material del estado.

Esa concesión es tan parecida a la de la autopista a Texmelucan, de quien dicen se entregó a una política de la mafia del poder, aunque nunca se ha logrado probar, pero lo que sí está documentado es que tras su vencimiento se volvió a prorrogar el permiso y es de las más caras del país por el minúsculo recorrido. No cabe duda que la maestra, le enseñó muy bien a la discípula, ¡fuera máscaras!