Por Edgardo Cabrera

No hace mucho, y con tal de quedar bien, como acostumbran, autoridades municipales acudieron puntuales al llamado de la mandamás para aplaudirle su supuesta estrategia contra la delincuencia, incluso se mostraron extasiados con el mismo cuento, ese de que Tlaxcala es el estado más seguro del país.

Bueno, pues en el pecado llevaron la penitencia, resulta que el lunes por la mañana el alcalde de Tetlanohcan, Francisco Mendieta, quien llegó al cargo con las siglas del Panal, instituto aliado a Morena y a la mandataria, fue brutalmente golpeado en su domicilio para después llevarse una cuantiosa cantidad de dinero en efectivo, así como otros objetos de valor.

En varias imágenes que comenzaron a circular en las redes sociales dan cuenta de la forma cómo dejaron herido al presidente, así como las condiciones en las que quedó el domicilio, además, según el reporte, se trató de sujetos que ingresaron violentamente con armas cortas y largas, quienes luego de inmovilizarlo amagaron con cortarle los dedos si no les entregaba el efectivo.

Junto con el alcalde, dos de sus hermanas e incluso el secretario del ayuntamiento, que se encontraban con él, fueron testigos involuntarios y rehenes del violento atraco.

No es la primera ocasión que ocurre un hecho con características similares a personas del poder, no olvidemos el caso del ex alcalde de Panotla, Eymard Grande, donde en noviembre del año 2021, a días de dejar el puesto, un comando lo asaltó e incluso mató a su progenitor; antes en 2018 un grupo similar atracó al entonces diputado local perredista Alberto Amaro.

La lista sigue, ahí están la senadora panista Minerva Hernández Ramos, la entonces alcaldesa capitalina, Anabell Ávalos, o el ex funcionario estatal de Lorena Cuéllar, el ahora aspirante Moreno a diputado, Juan Manuel Lemus quien incluso habló de un comando armado y en motocicletas, los que lo despojaron en Totolac de una camioneta propiedad del gobierno estatal en octubre pasado. 

Ahí no acaba la lista, recordemos el caso del hermano del ex presidente de Chiautempan, también despojado de dinero en efectivo y golpeado por un comando, o el del entonces rector de la UPTx, Enrique Padilla, de quien ingresaron en su domicilio en abril del año 2022 y le propinaron también una golpiza antes de llevarse dinero en efectivo.

Y todos los anteriores son solamente algunos de los casos que se han hecho públicos, porque hay otro tanto más que han preferido ocultarlo por temor, pero también ante la falta de argumentos para explicar el origen de grandes cantidades de dinero en efectivo, es decir, que evadió el fisco.

Por lo pronto, el cuento de que somos los más seguros, ya tampoco se lo creen los funcionarios tristones, menos los alcaldes y el resto de la clase privilegiada. De todos esos hechos, además, es la fecha que nadie ha sido detenido, ¿qué curioso?

EL TLAXCALA REAL

Mientras la triste historia de nueva cuenta ignoró y levantó muros contra las protestas de mujeres que exigen al gobierno resultados, trabajo, justicia y seguridad, al día siguiente regresamos al Tlaxcala real, primero, al despintar de forma urgente todas las consignas feministas y estimar en “1 millón de pesos los daños”, bueno, eso fue lo que dijeron por medio de un comunicado de prensa, al tiempo de retirar y bloquear de redes sociales cientos de comentarios contra Cuéllar.

Mientras en eso estaban, a unos cuantos metros de palacio un sujeto fue sorprendido cuando grababa debajo de las faldas de mujeres con una cámara oculta en una mochila, pero fue dejado en libertad por falta de pruebas; en Tepetitla, alumnas y madres de familia marcharon este lunes para acusar a un docente de supuestamente abusar de al menos 24 estudiantes de secundaria.