En un llamado a la acción y la justicia, mujeres de diversos ámbitos se unieron este 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer con una manifestación contundente.

Por Stephany Rodríguez

Desde colectivos feministas hasta trabajadoras sindicalizadas, levantaron la voz para denunciar el acoso laboral, la violación de sus derechos y la violencia de género.

Bajo el lema ‘No es celebración, es conmemoración’, las manifestantes dejaron en claro que este día no se trata de festejos, sino de recordar la larga lucha por la igualdad y la dignidad de las mujeres en todo el mundo.

Entre consignas y pancartas, exigieron al gobierno estatal y a los líderes sindicales una atención real a sus demandas, sin simulaciones ni represalias para aquellas que alzan la voz.

La diversidad de voces fue notable, con mujeres de diferentes edades, profesiones y situaciones socioeconómicas unidas en un mismo propósito: exigir justicia y respeto. Desde madres solteras hasta estudiantes, todas compartieron sus experiencias y demandas en un ambiente de solidaridad y sororidad.

Además de las demandas laborales y sindicales, las manifestantes también hicieron hincapié en la falta de atención por parte de las autoridades en temas como la salud, la justicia y la no politización de la lucha contra la violencia hacia las mujeres.

Durante la marcha, se hicieron escuchar duras críticas contra el gobierno local, acusándolo de complicidad en actos de violencia de género y de ignorar la existencia de la trata de personas. La indignación y el clamor por un cambio real resonaron en las calles, dejando en claro que la lucha por la igualdad de género y el respeto a los derechos de las mujeres está más viva que nunca.