El Gobierno Lorenista lo dejó a su suerte

Por Selene Sosa

Alberto Amaro Jordán, periodista tlaxcalteca que se dedica a documentar casos de corrupción y la llamada nota roja, recibió protección por parte de Amnistía Internacional ya que, en el Gobierno Estatal que encabeza Lorena Cuéllar Cisneros, lejos de protegerlo, iniciaron una persecución en su contra en manos de Alfredo N., ex titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), actualmente prófugo de la justicia.

Alberto Amaro ha sido víctima de infinidad de ataques en su contra y atentados contra su familia, entre los que se enlistan detonaciones de fuego contra su persona y en su domicilio, amenazas de muerte por parte de funcionarios en Tlaxcala, atentados contra él mientras conducía e incluso amenazas por parte de una banda del crimen organizado.

Lo anterior, a partir de 2019, mientras que el más reciente acto de intimidación, a penas, en septiembre del año pasado, por lo que buscó a las autoridades estatales para que le brindaran protección, sin embargo, estas aprovecharon para perseguirlo, con el pretexto de salvaguardar su integridad.

El director de “La Prensa Tlaxcala”, quien representa la tercera generación de periodistas de su familia, dio cuenta de que el ex secretario de seguridad ordenó que las escoltas que lo acompañaban para “protegerlo” aprovecharan cada ocasión para fotografiar su casa, a su esposa e hijos, así como a las personas con quienes se reunía.

Igualmente, Alberto Amaro relató recientemente en un foro organizado por Amnistía Internacional, que el primer evento que detonó la persecución en su contra fue la documentación de una extorsión a manos de policías municipales de Apizaco, de donde es originario.

“En 2019 iniciamos a tener agresiones físicas, una de ellas fue en una transmisión En Vivo en Apizaco, donde elementos de la Policía Municipal pues me agreden por estar grabando un uso de la fuerza en la detención a unas personas que tenían unos negocios informales”, compartió.

Asimismo, recordó cuando balearon su casa, en presencia de su esposa y sus dos hijos, así como la ocasión en que un masculino a bordo de una motocicleta realizó varias detonaciones con arma de fuego en contra de la unidad en la que él transitaba, esto luego de publicar una nota contra una política.

El periodista tlaxcalteca aseveró que vive con miedo, pero que ello no impedirá que siga haciendo su labor por informar a la ciudadanía, aunque ello ya haya alcanzado a su familia y pese a que el Mecanismo de Protección no sea eficiente.

“A veces yo me siento culpable de que mis hijos tengan que estar en procedimiento psicológico y que es un procedimiento por un temor de que su papá se muera, es lo que más me duele, porque ellos son niños, están empezando a aprender a vivir y ver que estamos en un mundo en donde la violencia los ha llevado a dejar lo que les gusta”, compartió.

Por ellos fue que, en 2020, tras el primer atentado en su contra, contrató un seguro de vida y buscó el apoyo de las autoridades y organizaciones para su protección, aunque ello no impidió que, en 2022, una banda del crimen organizado lo quisiera intimidar, comprar y lo amenazara de muerte.

Pese a ello, para agosto de 2023, el Mecanismo realizó una Evaluación de Riesgo en donde se determinó que se le retirarían las medidas de protección, es decir, las escoltas, por lo que presentó un amparo y se le devolvieron dichas protecciones.

Sin embargo, por su seguridad y la de su familia, reconoció que se ha tenido que “autocensurar” lo que le causa tristeza puesto que ello le ha significado tener que dejar de hacer lo que le gusta, el periodismo.