En la era digital, el constante avance de la tecnología ha transformado radicalmente la forma en que las personas interactúan y se relacionan entre sí.

Por: Stephany Rodríguez

El uso excesivo de redes sociales se ha convertido en una preocupación creciente en la sociedad moderna. Pasar largas horas navegando por plataformas como Facebook, Instagram y Twitter ahora llamada X, puede llevar a una comparación constante con los demás, una sensación de insuficiencia y una disminución de la autoestima. La necesidad de obtener aprobación y validación a través de likes y comentarios puede generar ansiedad y depresión en algunos individuos.

Además, el estrés tecnológico, también conocido como tecnoestrés, es otra consecuencia negativa del uso excesivo de dispositivos electrónicos. Este tipo de estrés puede manifestarse como fatiga visual, dolor de cabeza, dificultad para concentrarse y problemas para conciliar el sueño. El constante flujo de información y la presión por estar siempre conectado pueden agotar mentalmente a las personas, afectando su bienestar general.

Expertos en salud mental advierten sobre los efectos perjudiciales que el uso excesivo de redes sociales y el estrés tecnológico pueden tener en la salud mental de las personas. Recomiendan establecer límites saludables en el uso de dispositivos electrónicos, practicar el autocuidado y desconectar periódicamente para recargar energías.

En conclusión, mientras que la era digital ofrece numerosos beneficios y oportunidades, también plantea desafíos significativos para la salud mental. Es fundamental que las personas sean conscientes de los riesgos asociados con el uso excesivo de redes sociales y el estrés tecnológico, y tomen medidas para proteger su bienestar emocional en un mundo cada vez más digitalizado.

Fuente: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response