El Estado se beneficia de ello, arremetió

Por Selene Sosa

La antropóloga del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Ixchel Iglesias González Báez, alertó que, uno de los elementos para que la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual permanezca es la diversificación de las economías que lo sostienen, una de ellas es la actividad de los prestamistas.

Durante el foro “Prevención de la trata de mujeres y niñas desde el ámbito educativo” que organizó el Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C., la investigadora advirtió sobre el “semillero de padrotes” que se está germinando en Tlaxcala, apoyado por la omisión del Gobierno Estatal de Lorena Cuéllar Cisneros.

González Báez aseveró “Los procesos de proxenetización, en particular, la producción de padrotes… ha implicado la formación de masculinidades violentas y esto ha desarrollado otras formas de economía criminal como el sicariato, el huachicoleo, el guachigaseo, el préstamo de dinero proveniente de la explotación sexual de las mujeres, la extorsión y el desarrollo de una industria maquiladora a partir de la compra de insumos robados, esta es la realidad de las comunidades en el Estado de Tlaxcala”.

En su intervención, la investigadora remarcó que los contextos de las comunidades promueven la continuidad del proxenetismo, mismo que se alimenta también de la “Violencia instrumental” que deriva en que “se ha hecho una economía política de la explotación sexual de las mujeres y niñas”.

En este sentido, Ixchel Inglesias puntualizó que los proxenetas comenzaron a prestar dinero con facilidad a quien lo necesaria, como maquiladores, gente que pone gasolineras y otros negocios que promueven el “desarrollo económico” de las comunidades, los municipios y los estados.

En Tlaxcala, de acuerdo con una investigación del Centro Fray Julián Garcés de 2017, la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, está presente en 43 de los 60 municipios que conforman el territorio tlaxcalteca.

La antropóloga del CIESAS comentó “Hay transformaciones en la vida comunitaria… hay una idea de que los padrotes contribuyen al desarrollo económico… porque muchos… pasaron de ser proxenetas a prestamistas de dinero… y prestan dinero con más facilidades que los bancos, entonces… ellos ya no se dedican a la explotación sexual, pero este dinero que circula… es dinero proveniente de la explotación sexual”.

De ahí “los intereses de no atender la problemática”, continuó González Baéz, puesto que los Gobiernos se benefician del dinero proveniente de la prostitución de mujeres y niñas que circula y que, a su vez, da financiamiento al crimen organizado.

“En el Estado de Tlaxcala hay una interrelación entre la política, la economía, la industrialización, el proxenetismo y el crimen organizado”, concluyó, no sin antes advertir sobre la normalización de la violencia contra las mujeres y su explotación sexual.