Ocho trabajadores fueron removidos luego de ser acusados de intentar agruparse para formar un sindicato

Con el uso desproporcionado de la fuerza pública en contra de una docente, el pasado 14 de febrero ocho trabajadores de la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPTx) fueron despedidos sin justificación de por medio, tampoco con la entrega de un documento que explique la razón legal y jurídica del cese de la relación laboral.

En entrevista, los afectados que pidieron mantener en sigilo sus nombres por el momento, dado que este lunes analizarán las acciones legales que emprenderán, dijeron lo anterior, al tiempo de que explicaron que fueron removidos del cargo ya que se agruparon para conformar un sindicato, algo a lo que tienen derecho en materia laboral.

“No nos dieron ninguna razón, solamente que habían rescindido de nuestros servicios, supuestamente por la pérdida de confianza, aunque nosotros sospechamos de que algunos nos comunicamos y estábamos en el intento de hacer un sindicato dentro de la universidad”, expuso una de las afectadas.

El pasado miércoles, los artífices de la idea, entre ellos docentes y trabajadores administrativos, fueron llamados por sus jefes inmediatos, principalmente directores de carrera, para anunciarles “de palabra” que era su última quincena.

Incluso, ante la negativa a retirarse “de inmediato”, y con la evasiva de la rectora, Rosalía Nayeli Pérez Estrada para dar una explicación, al menos dos docentes fueron desalojados con el uso de la fuerza pública.

“En mi caso sí, y en el de otros dos maestros, me sacaron con elementos de la Guardia Nacional…, fueron como siete personas, la mayoría eran hombres”, narró la mentora. “Resulta que después de que me dieron la noticia me fui a mi cubículo y estaba sentada esperando a que llegara mi esposo por mí porque yo no tengo carro y necesitaba que me ayudara con mis cosas que había llevado, sin embargo, fue en ese momento donde llegó mi director y me sacó de forma violenta”.

Es de mencionar que, contradictoriamente, para “evitar” cometer violencia de género, en el caso de las mujeres despedidas, un total de tres directores de carrera se hicieron acompañar de una asistente de programa educativo, algo que ignoraron al desalojar a una de las docentes.