El tercer lunes de enero fue designado como el día más triste del año gracias a una fórmula realista, pero poco científica.

Fuente: MARCA

El Blue Monday, como muchas otras fechas festivas, tomo relevancia en la época contemporánea como una estrategia de marketing que, al igual que muchas otras intervenciones de este tipo, tiene el objetivo de incrementar ventas para un sector en específico creando necesidades ficticias y abordando las emociones del consumidor con sentimentalismos baratos.

Para la cultura occidental anglosajona, el color azul tiene una denotación funesta, pues se emplea como adjetivo para simbolizar eventos, cosas, situaciones o personas tristes. De ahí que se haya elegido usar este calificativo para nombrar al «día más triste del año», el Blue Monday.

Cómo surge el Blue Monday en la cultura occidental

Esta efeméride surgió hace aproximadamente dos décadas, de la pluma del psicólogo Cliff Arnall, quien determinó cuándo sería el día más triste del año a través de una fórmula que tomaba en cuenta distintos factores, como el clima, las deudas adquiridas durante el fin de año, el tiempo transcurrido desde las celebraciones decembrinas o la motivación con respecto a los propósitos planeados.

El Blue Monday en nuestros días

Para este 2024, la fecha del Blue Monday es este 15 de enero, por lo que es probable y hasta natural que exista un fenómeno viral en redes sociales en torno a este día designado como el más triste del año; sin embargo, psicólogos, sociólogos, especialistas y hasta el mismo Cliff Arnall han señalado la falta de sustento científico para confirmar que, efectivamente, el tercer lunes de enero es el día más infeliz.

Actualmente, la fecha conocida como Blue Monday se ha propagado en diversas partes del mundo como el día más triste gracias a la facilidad con que la información fluye, pero, concretamente, fue en 2005 cuando el término despegó como tendencia gracias a que la agencia Sky Travel, ahora desaparecida, publicó en varios medios una nota de prensa en la que destacaba el hallazgo de los supuestos estudios de Arnall y afirmaba que la solución a la tristeza era planificar un viaje con sus servicios.

La estrategia mercadotécnica tuvo un gran éxito, ya que no solo hizo aumentar las ventas de paquetes de viaje de esa temporada, sino que logró enviar un mensaje a la sociedad que permanece hasta el día de hoy.