Por Camila Tornel

Igual que al anterior Secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, al actual, Luis Antonio Ramírez Hernández, le está quedando grande la silla. El cierre del 2023 y el arranque de este año ha sido violento y cruento para Tlaxcala.

Tanto que presumían a los cuatro vientos que con el también conocido como deudor alimentario al frente de la Segob, las cosas iban a cambiar, la verdad es que las cosas siguen igual, si no es que peor de como las dejó el florero González.

En la víspera del 2024, dos municipios se le incendiaron al gobierno del estado: Zacatelco y Huamantla, mientras la mandamás andaba de viaje en le extranjero, confiada en que su ahijado sería un hábil operador político.

Lo cierto es que Tlaxcala de nuevo dio de que hablar a nivel nacional, varios noticieros consignaron las protestas que derivaron de un accidente ocurrido en la comunidad de Ignacio Zaragoza, Huamantla, donde un autobús atropelló y mató a un motociclista.

Y para cerrar con broche de oro, la familia Erazo Rodríguez en contubernio con el titular de la Segob y el Tribunal de Conciliación y Arbitraje asestaron un duro golpe a la base sindical al otorgarles la toma de nota a Karina, hija de Guadalupe Rodríguez, comadre de la gobernadora.

Con estos antecedentes, no hay duda de que para Tlaxcala se espera un año agitado, sobre todo por que este será electoral, en donde nada está escrito y todo puede pasar.

A COLOFÓN….

Por cierto, el que sigue cobrando y sin trabajar es ni más ni menos que el Jurídico de la Segob, pues dicen los que saben que en todos estos conflictos que recientemente sucedieron, este gris personaje ni sus narices asomó.

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