Por José Luis Ahuactzin

Se trata de la periodista Ana Laura N. quien hizo público a través de su red social de facebook, que al realizar su trabajo en un evento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del gobierno lorenista el pasado lunes, previo a obligarla a abandonar el edificio público, fue intimidada tomándole fotografías, videograbaciones, para después violentar sus derechos a la libertad de expresión.

‘Ayer viví una experiencia entre miedo, coraje, impotencia; la práctica del abuso del poder público descaradamente ejercida en mi agravio por parte del Gobierno de Tlaxcala…’, escribió públicamente.

La actualmente corresponsal del medio de comunicación Grupo Milenio, y ex corresponsal de Grupo Reforma, acusó que la agresión devino de un gobierno encabezado por una mujer, sin que fuera informada del por qué sería obligada a salir del edificio.

En su cuenta oficial, denunció ‘… ayer llegaron al grado de ordenar que me sacaran de un evento público…’, bajo intimidaciones tomándole fotografías y videograbaciones a su persona.

‘Hicieron todo lo posible para que durante un evento en la Secretaría de Seguridad no se armara un escándalo por sacarme, me tomaron fotografías y video (violaron mi derecho a la privacidad dentro de una institución pública), y yo solo estaba haciendo mi trabajo, cubriendo un evento público para hacer mi nota (informativa)…’.

No obstante, la comunicadora de profesión, acusó que en Tlaxcala no existe una respuesta de atención a periodistas, pues el control de las dependencias es del gobierno estatal.

‘Ahora me pregunto, luego de esa violencia y discriminación institucional ¿a quién me acerco, a la gobernadora, a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, a la oficina para la protección de periodistas creada por el mismo gobierno local, al gremio de periodistas?, ¿a quién?’.

En la crítica y también denuncia, recordó que ella como periodista y sororidad por género, visibilizó la violencia política contra la entonces candidata a la gubernatura y hoy gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, y ahora se convirtió su gobierno en agresor de mujeres y periodistas.