Por José Luis Ahuactzin

De manera incongruente, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros prefirió utilizar la investidura para promocionar la compra-venta de tacos de birria en un puesto acondicionado entre la vía pública y el estacionamiento de una gasolinera, que pronunciarse ante los hechos delictivos que dejó más de media decena de muertos por hechos violentos.

Se trata de un changarro habilitado sobre la vía pública y un terreno particular, sobre la carretera federal Tlaxcala – Texoloc, acondicionado con lonas impresas, y fue ahí donde la gobernadora utilizó la investidura para promocionar el puesto ambulante.

Mientras que los comercios establecidos y empresas pagan impuestos, derechos y contribuciones por estar bien establecidos, la mandataria prefirió promover el comercio desleal, ambulante, que difícilmente pagan impuestos por la venta de sus alimentos.

Por si fuera poco, hace un par de meses la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Tlaxcala (COEPRIST), clausuró changarros en distintos municipios de la entidad, por sus pisos y paredes ‘agrietadas’, multándolos con poco más de 30 mil pesos; pese al changarro que se ubica en la vía pública quedó callada la titular Mónica Yazmín Jiménez Gutiérrez.