Las salidas de la Corte: Estas son los ‘saltos’ políticos de los exministros
8 de noviembre - 2023

Arturo Zaldívar no es el único ministro que salió de la SCJN y pasó a ser parte de otras estructuras políticas. A lo largo de los años personajes como Olga Sánchez Cordero y Genaro Góngora Pimetel también lo hicieron o lo intentaron hacer.

Fuente: RADIO FÓRMULA

La renuncia de Arturo Zaldívar a su cargo como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es ampliamente criticada por el repentino salto que dio a la campaña de Claudia Sheinbaum, virtual candidata del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Sin embargo, en los últimos años, estos brincos de los exfuncionarios de la Corte se han presentado en más de una ocasión.

El pasado 7 de noviembre, el ministro Arturo Zaldívar envió una carta al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) donde renunció al señalar que las aportaciones que podía hacer desde la Corte al país “se han vuelto marginales”. Horas después, una fotografía compartida por Claudia Sheinbaum confirmaba que el funcionario formaría parte del equipo de la morenista rumbo a 2024.

El caso de ministros que, tras dejar el cargo, deciden incursionar en otros escenarios políticos no es algo nuevo. Tal fue los ministros en retiro Genaro Góngora Pimentel y Olga Sánchez Cordero, quienes al terminar su gestión aplicaron a otros cargos políticos. Mientras, por el lado de las renuncias, al inicio del sexenio de la Cuarta Transformación el entonces ministro Eduardo Medina Mora se llevó los encabezados por renunciar tras señalársele de millonarias transacciones al extranjero.

Terminan en la Corte para ir a la política
Los casos de Genaro Góngora Pimentel y Olga Sánchez Cordero no tuvieron ligas con denuncias penales. Sin embargo, una vez terminado su cargo en la Suprema Corte, buscaron o accedieron a otros cargos públicos.

Góngora Pimentel fue electo como presidente de la SCJN el 4 de enero de 1999. Su carrera comenzó tras licenciarse como abogado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y entrar a trabajar en el Poder Judicial. El hoy exfuncionario fue secretario de Estudio y Cuenta Pública para el pleno, juez del Juzgado Primero del entonces Distrito Federal y magistrado en otras dos ocasiones.

Tras dejar de ser presidente de la Corte, el aún ministro solicitó licencia para participar en la elección del consejero presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) en el 2007. Para ello solicitó dejar temporalmente el cargo, del 5 al 13 de diciembre de ese año, sin tener éxito en la elección del órganismo autónomo.

Por otro lado, Olga Sánchez Cordero, quien también es abogada por la UNAM, tuvo una amplia carrera antes y después de formar parte de la Suprema Corte. Fungió, por ejemplo como magistrada Numeraria en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, se convirtió en la primera notaria mujer en la capital del país y dirigió el Semanario de Sociología General y Jurídica en la «Máxima Casa de Estudios»

Tras terminar su gestión como ministra de la Corte el 30 de noviembre de 2015, Sánchez Cordero pasó a formar parte del Senado de la República, donde solicitó licencia tres años después para convertirse en secretaria de Gobernación de López Obrador y reincorporarse al Senado en 2021.

La otra renuncia en la 4T
La renuncia de Eduardo Medina Mora, un abogado de la UNAM que llegó a la SCJN el 10 de marzo de 2015, también cimbró a la Cuarta Transformación en 2019. Su presencia entre los 11 ministros la respaldaba una carrera política que incluía haber sido parte del equipo que negoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en los 90, su participación en el Gabinete de Seguridad Nacional, su titularidad en la Secretaría de Seguridad Pública Federal y el puesto como Procurador General de la República en 2006, además de embajador de México en el extranjero, por mencionar algunos de sus cargos.

Con apenas cuatro años en la SCJN, Medina Mora tomó la decisión de renunciar a su cargo, pese a que la Constitución establece una duración de 15 años para los ministros. Aunque no dio razones textuales, a mediados de 2019 una columna en El Universal dio a conocer “actividades sospechosas” en las cuentas bancarias del entonces ministro, registradas por la National Crime Agency del Reino Unido.

El medio señaló al entonces ministro de recibir 2 millones 382 mil 526 libras esterlinas, lo que derivó en una investigación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Fue en esta indagatoria que se documentaron recepciones de dinero entre 2016 y 2018 por 2 millones 130 mil dólares.

En total, las transferencias sumaron 102 millones de pesos, superando, por mucho, las ganancias de Medina Mora en la SCJN. El Artículo 98 de la Constitución mexicana establece que los ministros sólo podrán renunciar por causas graves, mismas que deberán ser aceptadas por el Ejecutivo y el Senado de la República.

En aquel entonces, López Obrador aprobó la renuncia y señaló que «el ministro quiere atender denuncias presentadas, no sé si una, dos, cuántas denuncias que se han interpuesto, y que están en manos de la Fiscalía General de la República”. Poco después el Senado también aprovaría la renuncia.

Este 2023, la renuncia de Arturo Zaldívar deberá pasar también por ese proceso. Este 8 de noviembre, López Obrador aceptó su término anticipado en el cargo y el Senado deberá aprobar este retiro, al igual que la próxima designación propuesta por el propio Ejecutivo.