Por Vicente Morales Pérez

Por supuesto que preocupa el problema de embarazo entre menores de edad en Tlaxcala. En el último año se registró un ligero descenso, pero es claro que resulta insuficiente porque el problema persiste.

Preocupa porque el embarazo adolescente vulnera los derechos sexuales, reproductivos, de salud y de educación de las mujeres y niñas. Sus consecuencias no solo limitan la posibilidad de una buena calidad de vida de los hijos, sino que repercuten en las personas adolescentes y en la comunidad, reconocen las autoridades federales y estatales.

Es un hecho que por diferentes causas se incrementa el problema del embarazo en menores de edad, entre las cuales destacan, la desinformación, la falta de atención de padres o tutores, violencia intrafamiliar, violaciones, entre otras.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que en 2021 se registraron mil 386 madres de los rangos de 10 a 17 años que dieron a luz y en 2022 fueron mil 167.

Los datos señalan que, en 2021, de los mil 386 nacimientos, 675 fueron en mujeres de 17 años; 429 en el rango de 16; 215 alumbramientos en el grupo de 15 años; y 71 en menores de entre 10 a 14 años. Por su parte, de los mil 167 nacimientos de 2022, hubo 550 en mujeres de 17 años de edad; 390 con edades de 16 años; 159 de 15 años; y 68 nacimientos en el rango de 10 a 14 años.

En el país, la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes tiene el objetivo de erradicar los embarazos infantiles, disminuirlos en las adolescentes de 15 a 19 años y contrarrestar las brechas sociales, económicas y de género.

En el caso de Tlaxcala, la Secretaría de Salud ha señalado que la estrategia en favor de la prevención del embarazo en la adolescencia se divide en dos ejes: por un lado, están aquellas que están en favor del desarrollo de conductas saludables, la prevención de problemas de salud y enfermedades a dicha edad; y por otro lado, las acciones que van encaminadas a detectar de manera temprana y oportuna problemas de salud y enfermedades durante la adolescencia.

Dicha Secretaría informó que los principales logros del Programa Estatal de Salud Sexual y Reproductiva en los adolescentes son una cobertura del 78 por ciento de uso de métodos anticonceptivos en adolescentes de 15 a 19 años con vida sexual activa.

Además, el 76 por ciento de las mujeres menores de 20 años fueron atendidas por algún evento obstétrico que adoptaron un método de anticoncepción, y se crearon 65 redes de servicios amigables en los municipios con un total de 400 promotores y 6 mil 16 acciones de promoción de derechos sexuales y reproductivos.

Las estrategias federales y estatales van por buen camino, pero todo indica que deben ser profundizadas. Tiene que ser de esa forma porque el embarazo adolescente arruina vidas o, al menos, las complica.

Como ejemplo de lo anterior el INEGI ha identificado que los niveles educativos que más reportaron las madres al momento del registro de sus hijas o hijos fueron secundaria y preparatoria, el año pasado. Y que el 59.6 por ciento declaró que no trabajaba al momento del trámite oficial.

La actual Legislatura local, de la cual formo parte, se ha sumado a las acciones gubernamentales encabezadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros. Lo ha hecho a través de la realización de foros y de reformas a diferentes ordenamientos jurídicos. Asumimos, con ello, nuestro compromiso de colaboración a un problema que debe ser enfrentado con acciones. Todas y todos debemos sumarnos.

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