MORDAZA
3 de julio - 2023

Por Edgardo Cabrera

Camuflajeado en la “Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas del Estado de Tlaxcala”, la triste historia cocinó una mordaza en contra de la prensa crítica, mediante la que pretenden imponer sanciones económicas a quienes evidencien tropelías en la administración pública sin importar que la información sea verdadera.

Resulta que la iniciativa maquinada desde la oficina del que cobra como secretario de Gobierno, presuroso suspirante al Senado de la República o diputado local, se insertó en la citada iniciativa que está pronta a subirse al pleno del Congreso del estado la figura de la “malicia efectiva” o “real malicia”.

Qué se busca con dicha doctrina, sancionar por la vía civil a los comunicadores derivado de la emisión de opiniones, ideas o juicios, bajo la excusa de atentar a la Vida Privada, el Honor y la Propia Imagen.

Y mientras el sábado se aplaudía un aniversario más del Día del Periodista en Tlaxcala, la atrevida ignorancia de los asuntos legislativos, jurídicos y legales están por concretar una ley mordaza que cínicamente llaman “para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas”. 

La “malicia efectiva” que opera en el plano federal y algunas entidades, ha sido motivo de amparos y resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al considerarla discriminatoria y, por ello, inconstitucional e inconvencional.

En una jurisprudencia emitida por la Primera Sala de la SCJN determinó que “la intención de dañar no se acredita mediante la prueba de cierta negligencia, un error o la realización de una investigación elemental sin resultados satisfactorios, sino que se requiere acreditar que el informador tenía conocimiento de que la información era inexacta, o al menos duda sobre su veracidad, y una total despreocupación por verificarla, pues sólo así puede acreditarse la intención de dañar”. https://twitter.com/scjn/status/1208099389173972992?lang=fi

Pero el debate y defensa de esas demandas, donde organizaciones como Artículo 19 han dado una férrea pelea, está en el sentido de que funcionarios corruptos o gobernantes intolerantes han tratado de recurrir a tal figura para frenar la crítica a sabiendas de que el periodista no actúa con malicia, sino apelando a su principal función social que es la de exponer a la opinión pública las malas actuaciones y visibilizar los abusos del poder.

SIMULADORES

Nos confirman que desde el palacio de la mandamás hay presiones para que los legisladores locales convoquen a una sesión extraordinaria para aprobar la citada ley mordaza.

También alistan una de sus “sesudas” estrategias propagandísticas para decir que el gobierno de la triste historia está comprometido con la libertad de expresión y la protección a los comunicadores, y que para ello además de crear la “ley para la protección” existe una oficina que, en los hechos, no sirve para nada, es mera simulación y cuyo titular, además, es un ministro de culto rompiendo el principio del Estado Laico.

¡Feliz día del periodista tlaxcalteca!, mientras por un lado hay abrazos, por detrás están las puñaladas.