“Que haya mujeres en puestos de poder, pensamos que tendría que tener un impacto positivo para la vida de las mujeres, sin embargo, no es así«

Por Selene Sosa y Edgardo Cabrera

Pese al discurso gubernamental, el reclamo social es latente, puesto que, a ojos y experiencia de activistas, la realidad es distinta a la expresada por quienes hoy se desempeñan como servidoras. 

Yeny Charrez Carlos, directora del Colectivo Mujeres con Poder, quien fue violentada por el propio estado cuando se desempeñaba como directora del Centro de Justicia para Mujeres (CJM), dependiente de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) que encabeza Ernestina Carro Roldán, reprobó a quien no lleva ni la mitad de su sexenio.

“En un contexto nacional hemos visto una característica, no sabemos si sea alguna situación de consigna, pero sí es cierto que donde se han encontrado mujeres al poder, en este momento, de ciertas administraciones, no de todas… donde el tema de la opresión contra los movimientos sociales es la característica principal… Hablamos en el caso de Tlaxcala y pues sí nos encontramos con un incremento de inseguridad en todos los sentidos… pero a quienes afecta más… es a las mujeres… Creo que todos siguen en examen, pero la verdad creo que muchas no culminan su examen y ya están reprobando”.

En este mismo sentido, la antropóloga Ixchel Yglesias, lamentó la ausencia de sororidad de quienes detentan el poder.

“Que haya mujeres en puestos de poder, pensamos que tendría que tener un impacto positivo para la vida de las mujeres, sin embargo, no es así, porque no solamente se trata de ocupar estos espacios… sí es importante cuestionar… porque las mujeres al ser socializadas dentro de un sistema patriarcal pues también reproducimos estas actitudes patriarcales, también reproducimos misoginia… las mujeres que están ocupando los puestos de poder, hablo específicamente de la gobernadora, estar al frente del Estado pues es estar al frente de una estructura que históricamente ha sido patriarcal y que implicaría, para que esto se traduzca en cambios efectivos para las mujeres, que hubiera un cuestionamiento y poner en el centro de las políticas públicas… a las mujeres desde una perspectiva de igualdad”

«las mujeres al ser socializadas dentro de un sistema patriarcal pues también reproducimos estas actitudes patriarcales, también reproducimos misoginia«

Si bien la lucha feminista ha dado como resultado que hoy se tenga un importante porcentaje de mujeres ocupando puestos de poder en Tlaxcala y participando en la toma de decisiones para el pleno desarrollo de diversos sectores de la población, María Isabel Vázquez Hernández, asesora jurídica feminista, reconoció que se esperaría que el actuar de quienes tienen la oportunidad de hacer algo por el género, sea bajo la perspectiva de género con enfoque feminista, no obstante, esto no sucede.

“Desafortunadamente muy pocas tienen formación feminista, no estamos hablando directamente de que sean completamente misóginas, pero sí, desafortunadamente también encontramos ese tipo de cosas. Para nosotras representa un gran avance que haya mujeres, pero también nos gustaría que fueran mujeres mejor capacitadas, comprometidas… para que se vean resultados… Hay muchas cosas que nos han lastimado por parte de la Gobernadora, como el 8M del 2022 que nos dio con todo”.

«Hay muchas cosas que nos han lastimado por parte de la Gobernadora, como el 8M del 2022 que nos dio con todo»

Ixchel Yglesias, concordó con las activistas en que no sólo se trata de que sean mujeres quienes lleguen a los puestos de poder, sino de que, quien llegue, sea hombre o mujer, sea una persona con conocimiento, que cuente con capacitación en perspectiva de género y, desde luego, que sea sensible ante el enorme catálogo de violencias que viven las mujeres.

Las activistas coincidieron en que el gobierno actual requiere reconocer su actuar como un andar erróneo y partir de saberse ignorantes en muchos temas, “bajar su soberbia”, como señaló Ixchel Yglesias, en la entrevista concedida para este trabajo, dejar de lado la simulación y trabajar en conjunto con los colectivos que llevan años de experiencia en trabajo de campo en temas como el feminicidio y la trata de personas.