Familiares acusaron a la PGJE y al Poder Judicial de mantenerlo privado de su libertad pese a ser inocente

Por Selene Sosa

Como este medio ha dado cuenta, el caso del joven guanajuatense privado de su libertad en Tlaxcala por una orden de detención emitida por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) continúa sin resolverse, por lo que sus familiares llevaron el caso hasta Palacio Nacional este viernes.

En entrevista para este medio, sus familiares compartieron que luego de protestar a las afueras de Palacio Nacional, por el caso de Pedro Francisco N., fueron atendidos por los medios nacionales y por Miguel Mejía de Concentración Política, a quien expusieron la situación que enfrentan ante el actuar de las autoridades tlaxcaltecas.

“Estuvimos afuera… ahí nos abordaron algunos periodistas… Salió personal y un señor que dijo llamarse Miguel Mejía de Concentración Política, nos atendió, nos dio información… nos comentaba que también hiciéramos nuestra petición a la ministra Norma Piña”, expusieron.

Los familiares de Pedro Francisco N. recordaron que hace algunas semanas presentaron su queja al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en Veracruz, por lo que la protesta de este día fue con la intención de que no se olvide de su caso y continúen atendiéndolo.

Luego de la reunión con el funcionario mencionado, los familiares del joven guanajuatense se dirigieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en donde igualmente presentaron su solicitud por la liberación de Pedro Francisco N., por lo que ahora se encuentran a la espera de respuesta.

Hay que recordar que el joven originario de Guanajuato fue detenido por elementos de la PGJE por el delito de homicidio, sin embargo, su defensa ha presentado pruebas que demuestran su inocencia, así como irregularidades en su detención.

No obstante, la jueza que lleva el caso ha desestimado dichas evidencias y ha permitido el actuar turbio de los Ministerios Públicos (MP) en el caso de Pedro Francisco N., negándole así su libertad, manteniéndolo recluido en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Apizaco, Tlaxcala.