22 de mayo - 2023

Por Edgardo Cabrera
Lo dijimos y se los dijeron, no era necesario ser pitonisos para adivinar que traería desastrosas consecuencias la apresurada implementación del IMSS-Bienestar, porque el gobierno federal y la mandamás (urgida por quedar bien con López Obrador) utilizaron a Tlaxcala como laboratorio experimental.
La semana pasada nos enteramos que el hospital general de Huamantla negó servicios a la población, debido al incumplimiento de tres empresas para realizar mantenimiento y conservación de diversas áreas, resulta que les pagaron a los proveedores, pero nunca cumplieron con el trabajo.
Pero no todo es culpa de los abusivos empresarios, el asunto es que prevalece un desorden administrativo en el nosocomio que ha limitado la atención de la salud, lo que no es exclusivo solo de Huamantla, entre los estatales al servicio de SESA y los federales del IMSS-Bienestar hay duplicidad de funciones, o de plano, nadie hace lo que tiene que hacer.
Estas irregularidades son consecuencia del fracaso del INSABI, recientemente desaparecido pero creado por el actual régimen que se mofó y criticó el Seguro Popular ofreciendo el nuevo sistema como la panacea, el trampolín para llegar a los servicios soñados como en Dinamarca.
La transición forzada del modelo IMSS-Bienestar, finalmente se hizo fuera de toda normatividad, nunca hubo adecuaciones legislativas y la figura que opera es totalmente pirata, es un nombre propagandístico, pero sin sustento legal.
Ahora hay una mezcla de recursos humanos y materiales en el sector salud, debido a la “transición” del modelo, tan mal están que hasta la documentación oficial se realiza con hojas membretadas de la Secretaría de Salud, porque el mentado IMSS-Bienestar ni eso tiene.
Es claro que es un programa sin pies ni cabeza, sin fundamento legal que lo avale, por lo que al igual que el INSABI, es un sistema que está destinado el fracaso, de nuevo se lo anticipamos.
VISITA CORCHOLATERA
Antes de que acabe mayo vendrá de nuevo a Tlaxcala el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, con lo que se convertirá, junto con Claudia Sheinbaum, en la corcholata presidencial que más veces ha estado en la entidad con intenciones proselitistas.
En febrero vino a comer tacos de canasta en el centro histórico capitalino, esa fue su gracia y lo más recordado de aquella visita en la que vino a inaugurar un albergue de niños migrantes, si a los mismos que este gobierno maltrata.
En octubre de 2022 también acudió, por cierto, en aquella ocasión fue desairado por la mandamás, sus subordinados y lamebotas, le organizaron un acto en el centro expositor, como mero compromiso, pero el resto del día, incluida una visita al Congreso del estado para hablar de la reforma a la Guardia Nacional, lo hizo en solitario.
Ahora, se planea que venga el día 29, y ya con “toda la cargada” del gobierno estatal, al menos eso es lo que presume el arribista y convenenciero cuñado de la mandamás, regidor capitalino, el mismo que mintió con aquello que pidió licencia al cargo para promover a Adán pero que sigue ahí plácidamente cobrando y haciendo labor proselitista.
