USO FACCIOSO
24 de abril - 2023

Por Edgardo Cabrera

El ambiente político sube de tono en Tlaxcala, y ante la incapacidad de diálogo, acuerdo y convencimiento, peligrosamente la Triste Historia empezó a utilizar las herramientas judiciales para intimidar a sus adversarios, pero también a los críticos de su mal logrado proyecto.

Resulta que el jueves pasado policías de investigación de la PGJE detuvieron al director de Seguridad Ciudadana y Movilidad del municipio de Tlaxcala, aprovechando su participación en un incidente vial, momento en el que le cumplimentaron una orden de aprehensión por un supuesto delito cometido cuando se desempeñaba como director operativo de la policía estatal y coadyuvó en la fuga de un indiciado, así refiere su propio comunicado oficial.

Es curioso el momento y la circunstancia política en la que se ordena detener al funcionario municipal recientemente nombrado en el cargo por el morenista Jorge Corichi, ¿por qué no se procedió en su contra desde que laboraba en la Secretaría de Seguridad Ciudadana?, ¿por qué esperaron hasta ocupar un nuevo puesto?, es decir, si no hubiese regresado a la escena pública estatal ¿no lo hubieran buscado?, son las dudas.

La respuesta es obvia: para que no “golpeara” mediáticamente a la mandamás Cuéllar por sus continuos yerros, uno de ellos, la fuga del primer secretario de Seguridad Ciudadana, Alfredo Álvarez Valenzuela cuando elementos federales llegaron a la entidad para cumplimentar una orden de aprehensión, pero logró evadirlos luego de que “alguien” le dio el pitazo.

De ese hecho, quedó impune, por ejemplo, el secretario de Gobierno, Sergio González quien admitió que él conoció del requerimiento judicial federal contra el funcionario, y es evidente, que de aquello que data de hace más de año y medio todos están impunes. 

LO POLÍTICO 

A los suspirantes lorenistas al senado les causó gran molestia las recientes apariciones del alcalde capitalino con el canciller Marcelo Ebrad, en caso de que sea candidato presidencial, incluso de no serlo, Corichi estará en la canasta de las negociaciones de las candidaturas para el 2024.

Lo mismo podría ser integrado a la fórmula Morena al Senado, que, en el repechaje, ser colocado como abanderado a una diputación federal, de ahí la urgencia por golpearlo, y qué mejor que revivir una denuncia contra uno de sus funcionarios.

No es casual, además, que la víspera de la detención del director de la policía municipal, se diera a conocer, que la capital redujera la percepción de inseguridad pública en la encuesta mensual que elabora el INEGI, en contraste, a nivel estatal la ola delictiva y de ejecuciones ha puesto en evidencia la pésima estrategia de la Triste Historia, pero en particular, de quien la consecuenta y defiende, en este caso Sergio González que comenzó a disparar contra todos sus adversarios.

Como se le desmorona su tinglado, también intensificó sus ataques contra otros candidateables del gabinete, como el secretario de Infraestructura, Alfonso Sánchez García, al acusar a su padre y ex gobernador Sánchez Anaya de tener gran injerencia en la toma de decisiones de la gobernadora Cuéllar.  

Y mientras recurre al uso de la PGJE como brazo ejecutor de sus ambiciones, vía la intimidación, la delincuencia sigue regocijándose por la impunidad, pero también la ingobernabilidad está por estallar por el mismo ambiente preelectoral.